Durante la apertura del Túnel de Oriente, el presidente de la República, Iván Duque Márquez criticó a quienes por años se opusieron a la obra argumentando que esta le causaría un daño al medio ambiente.
“Muchos de los que por años quisieron paralizar la obra trataron de desdeñarla desde el punto de vista de ingeniería y sobre todo de la armonía entre el desarrollo y el medio ambiente. Pero la gran lección que nos deja este proyecto es la conciliación de estos dos valores porque la obra no solamente se ha adelantado cuidando el patrimonio de acuíferos y cuidando el patrimonio de la montaña, sino que ha permitido un diseño donde la infraestructura bordea la naturaleza sin dañarla y muestra que es perfectamente aplicable ese principio que tiene lógica, ética y estética”, dijo el presidente.
Según Duque esta obra va a servir para la competitividad de dos o tres generaciones más. Agregó que como presidente ha querido acompañar estas iniciativas de infraestructura porque cuando llegó a la Presidencia se encontró con que la gran mayoría de las grandes iniciativas viales del país estaban paralizadas, en conflictos jurídicos o estaban llenas de confrontaciones legales.
El Túnel de Oriente con 8,2 kilómetros de longitud se convierte en el túnel vial más largo en operación en América Latina y será una alternativa de conexión ágil entre el Valle de Aburrá y el Valle de San Nicolás, dos regiones de gran importancia para el departamento de Antioquia.
La obra tuvo un costo aproximado de un billón de pesos para la construcción de 22,3 kilómetros (km) aproximadamente, entre tres túneles, 1,9 km en nueve viaductos, 2 intercambios viales y 4 km de vías a nivel.
El túnel empieza en Medellín, en el sector Baltimore, en la doble calzada Las Palmas, con un intercambio vial compuesto por dos viaductos, cuya longitud es de 176 metros, y que permitirá acceder al ‘Túnel Seminario’, que tiene una longitud de 0,8 km. Reduce el tiempo de viaje a 18 minutos, hacia el aeropuerto José María Córdova o al Oriente cercano.
BOGOTÁ (Colprensa).