Estados Unidos instó ayer a sus ciudadanos a evitar viajar a Venezuela, país sumido en una profunda crisis, debido a distintos riesgos y la capacidad limitada de la legación estadounidense de asistirlos.
“No viajen a Venezuela debido al crimen, la agitación social, la pobre infraestructura de salud y los arrestos y detenciones arbitrarios de ciudadanos estadounidenses”, señaló el Departamento de Estado.
“Hay escasez de alimentos, de electricidad, de agua, de asistencia médica y de medicamentos en gran parte de Venezuela,” agregó.
Asimismo, la advertencia indica que la embajada estadounidense “tiene capacidad limitada de proporcionar servicios de emergencia” en Venezuela.
Venezuela se convierte así en el único país del hemisferio occidental con una alerta “Nivel 4” contra todo viaje del Departamento de Estado, el mismo nivel que en zonas bélicas como Siria o Yemen. Los estadounidenses, sin embargo, no tienen prohibido viajar.
El Departamento de Estado había listado Venezuela anteriormente en un Nivel 3, lo que invitaba a los estadounidenses a reconsiderar su viaje.
Aunque la nueva advertencia de viaje concierne a ciudadanos estadounidenses, se produce en un momento en que Estados Unidos está presionando al presidente venezolano Nicolás Maduro para que abandone el poder ante el colapso económico y las crecientes protestas callejeras en el país.