Diario del Cesar
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Arias ahora enfrenta una condena de 17 años en el país

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Con hermetismo, silencio, bajo perfil y ni un solo registro fotográfico para medios de comunicación, el exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, aterrizó este viernes sobre las 8:20 de la mañana en el aeropuerto militar de Catam, en Bogotá.

Arias permanecía desde 2014 en Estados Unidos, justo antes de que la Corte Suprema de Justicia lo condenara a 17 años de prisión por los delitos de celebración de contrato sin cumplimiento de requisitos legales esenciales en concurso homogéneo y sucesivo, y peculado por apropiación en favor de terceros, todo en torno al escándalo de Agro Ingreso Seguro, ocurrido cuando fue ministro de Agricultura.

Migración Colombia confirmó que el dirigente político llegó escoltado por “Marshals” oficiales del Departamento de Justicia de Estados Unidos, y que luego del control migratorio realizado en un hangar de la Policía, “quedó a disposición de las autoridades”.

Esfuerzos sin resultado

Arias había viajado al país norteamericano con la intención de lograr el asilo político, aduciendo “persecución política” y “falta de garantías”. Pero, además de no lograr su cometido, en diciembre de 2017 fue detenido y trasladado a una cárcel de máxima seguridad en el estado de La Florida.

Desde allí, su defensa continuó dando la batalla para que el gobierno estadounidense lo protegiera y no fuera extraditado hacia Colombia.

Su esposa, Catalina Serrano, le suplicó al presidente Donald Trump para que aceptara el asilo, pero esto no sucedió. Tampoco sirvió la declaración juramentada del expresidente Álvaro Uribe Vélez, su mentor político, quien ha insistido en su inocencia y en que “no se robó ni un solo peso”.

El Centro Democrático ha tenido una participación activa en el caso. En noviembre de 2018 le pidió al gobierno que acatara la recomendación del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con ponencia de Sarah Cleveland, en favor del exministro, por “repetidas y graves violaciones” a sus derechos fundamentales. El objetivo era que Estados Unidos retirara la solicitud de extradición y que tuviera derecho a la segunda instancia. Tampoco ocurrió, por el contrario, la corte de apelaciones de Atlanta señaló que entre los países existía tratado de extradición y dejó el caso en manos del Departamento de Estado.

Ahora, la duda para la defensa de Arias es si el tiempo que pagó en Estados Unidos será homologado por la justicia en Colombia. Para Hernán Alejandro Olano, constitucionalista y director del Centro de Ética y Humanidades de la Universidad La Gran Colombia, “el tiempo de Arias en cárceles corresponde a una detención administrativa. A él se le violó el hábeas corpus (procedimiento jurídico) y no solo se le debería tener en cuenta, además, verificar si hizo estudios o trabajos”.

¿Qué recursos le quedan?

La doble instancia retroactiva es una luz de esperanza para el exministro. El Centro Democrático prepara un proyecto de ley para presentarlo en la próxima legislatura que inicia el 20 de julio, y le solicitarán al Gobierno su respaldo.

Consiste en una reforma que les permita a los condenados por la Corte Suprema que sus sentencias se puedan revisar. Esta figura ya existe desde enero de 2018, pero no es retroactiva y por eso Arias no estaría beneficiado.

David Suárez, docente de Derecho de la Universidad Eafit, considera que “ese es el debate. ¿Abrir esa puerta hasta dónde? Porque hay mucha gente condenada por la Corte en única instancia, parapolíticos, corruptos, y todo tipo de delincuentes aforados”.

El analista dijo que no habría una instancia para el recurso de apelación. “No existe una competencia para esa segunda instancia retroactiva. Para los que tienen procesos pendientes existen las salas de instrucción que fueron creadas el año pasado, pero como el fallo de Arias fue de la Sala Penal de la Corte Suprema, no hay un tribunal superior. Sería una falla en el procedimiento y un círculo vicioso”, argumentó Suárez.

Olano, por su parte, cree que Arias sí puede tener la segunda instancia si los magistrados se declaran impedidos y su caso lo asume una sala de conjueces, abogados calificados y nombrados por la misma Corte Suprema.

“Él puede acceder por favorabilidad a la doble instancia porque ya se crearon las salas de instrucción y las salas de primera instancia para aforados. Su proceso se desarrolló con base en esa regla de la competencia”, sostuvo Olano.

Al cierre de esta edición, Arias estaba a disposición del juzgado Segundo de ejecución de penas y es el Inpec la entidad encargada de definir su sitio de reclusión.

El Colombiano