Diario del Cesar
Defiende la región

Alcaldía le incumplió a los ‘carromuleros’ con la reconversión laboral

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Por:
EDUARDO
MOSCOTE SIERRA

La circulación de vehículos de tracción animal en Valledupar es una actividad que data desde hace más de 80 años, aunque castigada hace dos por el Código Nacional de Policía.

Sin embargo, muchas historias hay detrás de esta labor: discriminación, abusos, necesidad y hasta humillación y un lento proceso de reconversión, son algunos de estos factores que afectan a unas personas que ante la falta de empleo formal, se dedican a este oficio.

Desde los siete años Antonio Molano aprendió a dominar el arte de los ‘carros de mula’.  Fue el sustento económico de su padre y el trabajo heredado para él.

Este tipo de carruajes que se desplazan por las calles vallenatas con ayuda de caballos o burros, sirven para hacerle la vida más fácil a quienes desean desechar chatarras, alimentos en descomposición, ramas, escombros y cualquier otro tipo de basuras.

Aunque por décadas los ‘carros de mula’ se han convertido en el sustento económico de muchos vallenatos que utilizan este tipo de carruajes, también les ha servido para transportar chatarras, alimentos, enseres y en otros casos trasladar escombros y basuras.

Aunque suene inofensivo, este trabajo es sancionado por exponer a los animales que ayudan a este proceso, a diversas necesidades (maltrato y mala alimentación).   Y de hecho, este año en Valledupar van 10 caballos y cinco carrozas decomisadas, según el vocero de los trabajadores.

Un viaje está entre $ 20.000 y $ 25.000, y a duras penas solo logran hacer tres.  Y durante esos, “estamos jugando a los ladrones y policías, porque aquí gana el más avispado.  Al no tener un basurero público, arrojamos los materiales en cualquier lote baldío y abandonado, así nos toca”, comentó Molano.

Por eso, para él, Valledupar alberga muchos basureros a cielo abierto sin controles.  Mencionó los más frecuentes: El  Pabellón del Pescado, el lote de Idema, vía a la mesa, la pared del aeropuerto (calle 23), y la entrada a Villa Haydith.

Esconderse no ha sido el único peso soportado.   La discriminación, las burlas, las agresiones físicas y verbales, y otros sufrimientos, también sonaguantados por Antonio, aludiendo que, quienes lanzan las palabras ofensivas, desconocen los pesares que durante más de 40 años él y sus colegas, han sobrellevado.

“Yo sí sé que es vivir con hambre y ser humillado, el trabajo de ‘carros de mulas’ me lo enseñó.  Y sigo viviéndolo al salir a las calles.  Nada ha mejorado, por el contrario, empeoran: a lo que vivimos, le añadimos persecuciones de las autoridades, como si fuéramos ladrones y no es así”.

HAY CENSADOS 343 VEHÍCULOS DE TRACCIÓN ANIMAL

El presidente de la Asociación de Carromuleros de Valledupar, Asocarv, José Calderon, dialogó con el medio.

Como vocero de estos conductores, informó que actualmente existen censados por la Alcaldía de Valledupar 343 vehículos, de los cuales solo 20 han sido reconvertidos tal como lo indica la sentencia  355 del 2003 de la Corte Constitucional, que autorizó mediante el Decreto 178 de 2012 la sustitución de vehículos de tracción animal por vehículos automotores.

El proceso que inicio en la ciudad en el 2016 ha sido catalogado como “lento” por los trabajadores, por lo que en agosto el 2018 (dos años después) realizaron una protesta por los atrasos: en ese momento el mandatario Augusto Daniel Ramírez se comprometió que, en los primeros cuatros meses de abril del 2019, habrían nuevos favorecidos.

Se espera que en los próximos días, 30 carromuleros sean los nuevos beneficiados con vehículos mecánicos, los cuales tienen un valor de $18 millones o por planes de negocio por el mismo valor.

Durante la conversación, Calderón comenta que aunque es la única forma de ganarse la vida, la reconversión ha sido lenta.  Las razones aparentemente expresadas por la administración municipal, es que al parecer, hay problemas con la Ley 550 del municipio, encargada de la reactivación empresarial.  Se cree que existen limitantes en los recursos económicos para el proceso.

A los olvidos para su reubicación se le suman más inconformidades, las sanciones que ahora los miembros de Policía pueden aplicarles a estos conductores, basándose en los reglamentos del Código Nacional de Policía.

“Nos hacen fuertes sanciones y decomisos de carros y carrozas, sin importar que es la forma de sobrevivir día a día.   La ciudadanía no nos contrata porque sabe que se puede enfrentar a problemas, por eso pedimos que nos subsidien rápido, porque esta tradición de 60 años ya no se respeta”.

¿Dónde está el basurero municipal? Es lo que a diario se preguntan los ‘carromuleros’ de Valledupar.

‘LOS PROBLEMAS SON LAS BASURAS Y PODAS’

El encargado de la Oficina de Planeación Municipal Robert Martínez Murgas, afirmó que el basurero municipal no posee ningún problema y por el contrario “existe”  aunque no entregó la dirección del terreno.

No obstante, anotó dos problemas con relación a este tema: basuras y podas.  Dijo que la comunidad utiliza el servicio de aseo ilegal (carromuleros) para solicitar el transporte de escombros, los materiales que según Martínez Murgas, más desechan los vehículos de tracción animal.

Frente a la problemática, “Gobierno Municipal estableció de acuerdo al Plan de Ordenamiento Territorial, cuales son las zonas donde arrojar los desperdicios”.

Sobre el proceso de reconversión de los ‘carromuleros’, acotó: “este Gobierno fue el primero en ponerle el pecho al problema, hemos ayudado a varios de ellos y vamos a priorizar otro proyecto que beneficiará unos 40 o 50 personas (…) el alcalde ya está en la gestión de los recursos”.

¿POR QUÉ SIGUEN LOS CARROMULEROS?

Mario Morón Cantillo, sociólogo, opinó ante el tema.  Dice que será difícil que una actividad de 60 años sea erradicada en poco tiempo de la ciudad y que la tradición, la posición de desempleo de Valledupar y la migración, retardarán la misma.

A esto le sumó la poca educación que estas honorables personas poseen.  “Está claro, los ‘carromuleros’ en su mayoría, son personas de poca formación y creen que, porque parte de la sociedad apoye el trabajo, asumen que son fundamentales y que no infringen las normas.  Mientras la actividad esté siendo patrocinada, en vez de disminuir, la población aumentará”, explicó.

OJO CON LAS MULTAS

Según el nuevo Código Nacional de Policía, transportar escombros en ‘carros de mulas’, puede ser una acción multada por $220.824, según el Artículo 111 “Comportamientos contrarios a la limpieza y recolección de residuos y escombros y malas prácticas habitacionales”

En el numeral 9, establece: “Propiciar o contratar el transporte de escombros en medios no aptos ni adecuados”.