POR:
EDUARDO
MOSCOTE
SIERRA
El proyecto ejecutado para ampliar y mejorar la movilidad en la Glorieta de La Ceiba, ya genera malestares. La falta de señalización, obstrucción en las vías peatonales y calles cerradas son problemas despertados por la obra que aún no se inaugura oficialmente.
El contrato que extendió a 80 metros (antes 40) los conectores de la rotonda y contó con un valor de $ 134millones, fue desarrollado por la empresa vallenata Consorcio Glorieta La Ceibadueña de la licitación.
Por tal motivo, dice el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, Siva, la instalación de señales es competencia propia del consorcio. DIARIO DEL CESAR intentó comunicarse con voceros de la empresa, pero no contestaron.
La calle conocida como ‘La Ceiba’ y la calle 20 del barrio de Guatapurí, cercanas a la glorieta, después de 40 años fueron selladas totalmente. Hoy solo reposan tres escalones como acceso al espacio peatonal.
La decisión sigue siendo rechazada por la comunidad, inconforme por el taponamiento. Manifiestan que el sendero para personas de a pie está convertido en un parqueadero improvisado e invadido por motos que llegan a los locales comerciales y talleres ahí ubicados.
“Los carros y las motos brincan por este espacio. Unos lo hacen por imprudencia y otros, porque van a alta velocidad y desconocen el sellamiento y frenan de repente, algunos no alcanzan y se vuelan: ya van tres accidentes”, comentó Alexandra García Marulanda, vecina del sector.
También señaló que la inseguridad aumentó por la soledad de las angostas calles, así como los choques y prostitución, sobre todo, los fines de semana.
Han instaurado derechos de peticiones ante el Siva, pero siguen sin respuesta por parte de la entidad.
Una de las ciudadanas que apoyó el requerimiento fue Esther María Ospino. La reja de su casa ha sido desarticulada en dos ocasiones por taxis y vehículos personales que dan rever al no tener acceso por el tramo (la calle 20).
Por eso, junto a su esposo, instalaron tres postes con una cadena para alertar a los conductores y prevenir otros accidentes, no obstante, a los dos días fueron dañados por la misma razón.
“La comunidad nunca estuvo de acuerdo con esa opción de tapar la calle, el sector se desvalorizó. Tengo una persona de la tercera edad y otra con problemas de columnas a mi cargo y cuando necesitamos salir no podemos. Los taxis se pierden (…) el Siva trajo problemas porque cuando construían agrietó varias casas, tuvimos que arreglar algunas paredes y gastamos unos $2.000.000”, comentó.
¿QUIÉN RESPONDE?
Frente a las acusaciones sobre la congestión vehicular por falta de señales de tránsito, la secretaría de Tránsito municipal indicó que el tema es competencia del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, al ser los líderes de la obra.
Consultamos la postura del Siva. Comunicaron que, las vías fueron cerradas haciendo caso a los resultados de un estudio realizado por la Secretaría de Tránsito y Transporte de Valledupar los cuales arrojaron afectaciones en la seguridad vial. “La obra no se ha acabado, la señalización será instalada por el contratista. Y por último, la obra sí se socializó antes de iniciar el proyecto, y luego se hizo una reunión de inició donde se trató el tema, y durante los cafés que compartimos con la comunidad también se habló al respecto”.