Un nuevo proceso penal afronta el acalde de Valledupar, Augusto Daniel Ramírez Uhía, tras la denuncia penal instaurada por el artista Alexander Hernando Díaz Witt, quien participó en la elaboración del icónico mural ‘La Tierra de Dioses’, ubicado en la fachada del Concejo Municipal, luego de la eliminación del mismo, por orden de la administración municipal. Por este hecho también está siendo investigado el secretario general del municipio, José Juan Lechuga.
Las pesquisas están a cargo de la Fiscalía 12 Seccional adscrita a la unidad de delitos contra la administración. Los funcionarios públicos serán llevados el próximo mes ante un juez municipal con funciones de control de garantías, por la presunta comisión de los delitos de prevaricato por acción y abuso de autoridad, debido a los presuntos actos arbitrarios en los que habrían incurrido al borrar la pintura de la autoría del artista fallecido Germán Piedrahíta que databa desde la década de los 90, considerada como patrimonio histórico inmaterial cultural de la capital del Cesar.
La obra que hace más de un año adornaba la pared frontal del edificio donde se encuentran las instalación del Concejo Municipal, localizado en la Plaza Alfonso López de esta capital en el Centro Histórico de Valledupar, fue removido entre el 14 y el 20 de febrero de 2018 por orden de la Secretaría General de la administración aduciendo a que esa pared del antiguo inmueble podría colapsar ya que supuestamente estaba deteriorándose, presentaba crecientes grietas en varias partes y por tal razón, requería ser sometida a reconstrucciones.
Según lo indicado por una fuente de alta confiabilidad, el burgomaestre y el secretario general, ordenaron por vía de hecho, sin cumplir un acto administrativo debidamente motivado, la intervención y desmonte de la obra que fue tapada con pintura, contrariando el valor inmaterial que le había reconocido el Ministerio de Cultura.
¿LO ELIMINARON POR MOTIVOS RELIGIOSOS?
“Los motivos verdaderos de esa intervención obedecen a que el señor alcalde, por motivos de la doctrina religiosa que profesa, no compartía ciertas imágenes que allí se apreciaban, como la del diablo, y por eso procedió así, por motivos personales”, dijo una fuente de entero crédito.
Lo anterior podría traducirse en un detrimento para el municipio toda vez que, según lo informado por los expertos, el mural está avaluado en un valor que supera los 400 millones de pesos.
Cabe recordar que el desmonte del mural de Piedrahíta causó el rechazo colectivo entre los habitantes de Valledupar, quienes en varias ocasiones formaron grupos de protestas, liderados por entidades como Aviva y los gestores culturales, para exigir al alcalde Uhía Ramírez, que fuera restaurado.
Lo anterior fue coadyuvado por la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, que a través de una misiva enviada en abril del 2018, le solicitó al mandatario local que evaluara y proyectara acciones enfocadas a la recuperación de la pintura, atendiendo una queja de la Fundación Amigos del Viejo Valledupar.
“Luego de realizar las consultas sobre los ámbitos de protección de este mural y sus características, se estableció que es una pintura que cuenta con valores asociados al reconocimiento de la población local y a su relación con el espacio público del Centro Histórico declarado. Así mismo, se consultaron los listados de bienes de interés cultural del ámbito Nacional, estableciendo que el inmueble se encuentra incluido en el Plan Especial de Manejo y Protección centro Histórico como inmueble con categoría de nivel”, dijo el director de Patrimonio del Ministerio, Alberto Escobar.
Cabe destacar que el alcalde de los valduparenses, afronta actualmente otro proceso penal por el delito de corrupción al sufragante, por haber prometido casas dignas a más de 800 familias invasoras de predios en el municipio o mantenerlas en los terrenos invadidos a cambio de su voto, durante la campaña electoral de 2011.Para el próximo 11 de julio está programada la audiencia preparatoria ante el Juzgado Quinto Penal del Circuito con funciones de conocimiento.