POR:
EDUARDO
MOSCOTE
SIERRA
En los últimos 25 años la explotación minera en el Cesarse ha convertido en una fuente de empleo para habitantes del sur y norte del departamento. Pero, al tiempo, ha desprendido preocupación por los daños que ocasiona el proceso.
Diariamente, en horas del mediodía en la mina Calenturitas, residentes de los barrios Las Palmas, El Paraíso, 17 de Febrero, Simón Bolívar, El Galán y El Progreso en la Jagua de Ibirico, escuchan las explosiones que ocasionan petardos de pólvoras utilizados para agilizar la excavación del terreno.
La empresa Prodeco es la propietaria. Como también los encargados del proceso de operación ferroviaria de transporte de carbón; Carbones de la Jagua S.A., Consorcio Minero Unido S.A. y Carbones El Tesoro S.A., propietarias de la mina La Jagua; y Sociedad Portuaria Puerto Nuevo S.A., propietaria del puerto de exportación de carbón Puerto Nuevo.
El estallido ha debilitado y agrietándolas bases y paredes de unas 400 viviendas que se ubican en el sector, así lo denunció un concejal del municipio. Quien al tiempo reveló que, pese a haber expresado la situación ante las directivas de Prodeco, la administración y concejo municipal de la Jagua de Ibirico, siguen sin identificar a los responsables.
Una de las 38 afectadas en el barrio El Paraíso es Kenny García. Su vivienda ubicada sobre la avenida Las Palmas está rasgada por las detonaciones diarias. Así lo constató ante este medio de comunicación mediante imágenes que muestran vigas partidas y paredes agrietadas.
“Hay personas que sostienen con palos las puertas y ventanas porque el temblor las tumba. Han hecho censos en las casas (Prodeco) y dicen que son malos planos de construcción y no es su responsabilidad. No muestran los estudios geotécnicos y nadie hace nada”, fue lo expresado por García.
‘NUNCA HAN ARREGLADO UNA CASA’
Cerca de 300 viviendas entregadas por el Gobierno Local y Nacional se encuentran igualmente afectadas por la situación. Por eso, desde el Concejo Municipal, refutaron la que fuera la contestación de la empresa minera.
Para el concejal Gabriel Garavito, los argumentos expuestos por Prodecodurante una asamblea municipal estuvieron “pobres”. Los aparentes problemas de suelo no son coherentes con las aprobaciones de las normas técnicas que cada vivienda, parques, carreteras y demás escenarios también afectados requieren. “En 25 años ellos nunca han arreglado una casa y tampoco asumen su responsabilidad. Hace cinco años las explosiones doblegaron los temblores. Las casas están más agrietadas y estamos preocupados por la falta de compromiso (…) son nueve barrios caracterizados que reportan problemas”, comentó el funcionario.
Al cierre de esta edición, DIARIO DEL CESAR insistió en comunicar con voceros de la empresa minera, pero no se pronunciaron sobre el tema.