Diario del Cesar
Defiende la región

Un compás de espera para creerle al Gobierno

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Se ha comprometido el Presidente de la República, Iván Duque Márquez, como parte de su lucha frontal contra la corrupción, que el próximo 20 de julio, cuando inicia la legislatura del Congreso, a presentar un nuevo proyecto de ley para quitarles a los corruptos el beneficio de la casa por cárcel, hacer más rápidos los mecanismos de extinción de dominio y estimular la delación frente a estas actividades.    El Mandatario fue enfático en señalar que la iniciativa llevará mensaje de urgencia.

El propósito del Gobierno es que no va a haber más criminales de cuello blanco burlándose del pueblo colombiano, ya que la lucha contra la corrupción es una tarea de todos los días, y que como parte de esta misión es necesario recuperar los bienes usurpados por los delincuentes.

Dijo claramente el Presidente Duque: “Vamos a insistir en tener mecanismos de extinción de dominio rápidos para quitarles a los corruptos, y a sus testaferros, todos los bienes que le han quitado al pueblo colombiano”. Y al mismo tiempo, consideró necesario que se mejoren “los instrumentos para que haya delación” por parte de los colombianos, y que se ofrecerán recompensas para quienes brinden información que nos permita llegar a los corruptos en nuestro país.

No hay dudas que la opinión pública está de acuerdo con el Jefe de Estado en que es necesario que se sigan fortaleciendo los organismos de control para enfrentar la corrupción.

Tras el bochornoso final del proyecto de ley que prohibía los beneficios para quienes sean condenados por corrupción, otra vez el Congreso de la República y los partidos políticos perdieron otra oportunidad de cumplir los mandatos de los colombianos. Lo ocurrido demuestra una falta de voluntad política para combatir un mal que destruye la credibilidad de nuestra democracia.

Ante la reacción que ha producido el hundimiento del proyecto aparecen ahora propuestas para citar a sesiones extras para lograr la frustrada conciliación y promesas para presentar de nuevo el proyecto en la legislatura que se iniciará el próximo veinte de julio. ¿Por qué no cumplieron en el año que transcurrió con el mandato de la sociedad que considera la corrupción como uno de los peores males de la Nación? ¿Quién asegura que no se repetirá la frustración?

La democracia no consiste sólo en tener derecho a elegir y ser elegido en los cargos de representación popular. Y esa representación no sólo significa tener un fuero o poder legislar sin tener en cuenta la voluntad popular. Por el contrario, lo que le da sentido es la obligación de los elegidos de atender los mandatos de la sociedad para defenderla de las amenazas que la acechan.

De lo contrario, y como se está presentando con el hundimiento de la ley que impide beneficiar a los culpables de delitos de corrupción, lo que se produce es el rechazo de la ciudadanía, su alejamiento de las instituciones y un debilitamiento del Estado de Derecho. Ojalá, el Congreso y la clase política puedan rectificar el error que cometieron al dejar morir la iniciativa.