Diario del Cesar
Defiende la región

Una legislatura mediocre

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Ha concluido el Congreso su tarea legislativa, una de las mas pobres de los últimos tiempos. Una labor mediocre, donde una vez más le envían un inequívoco mensaje a la sociedad colombiana de que este país lo que necesita pronto y con urgencia es una Asamblea Nacional Constituyente que se ocupe de las grandes reformas que la Nación requiere.

Es evidente entonces que el legislativo se ha hecho la ´Shakira´ – y creemos que desde hace rato—frente a lo que la opinión pública reclama de sus congresistas. Han dado muestras fehacientes de ser sordos, ciegos y mudos ante los graves problemas del país, y actúan de acuerdo a sus conveniencias. Por eso, la idea de cerrarlo, no cae mal. Y mucho menos, el que sea sustituido por un órgano determinado de manera transitoria por el Constituyente Primario.

El hundimiento de numerosas iniciativas en el período que ayer terminó, es un ejemplo claro de que las cosas allá marchan en contra de los intereses supremos del pueblo colombiano. Le negaron la oportunidad a millones de colombianos con la Ley del ´perdón y olvido´ por una sola vez para los usuarios del sistema financiero; negaron que las instituciones bancarias dejaran de cobrar por las cuentas de ahorro; no aprobaron por falta de trámite el proyecto de ley que buscaba etiquetar los alimentos en el país y regular las llamadas ‘comidas chatarras’, donde se dejó ver que por falta de voluntad política de los representantes a la Cámara y posibles conflictos de intereses, le dieron la espalda a tan importante iniciativa. Pero la tapa de la tapa, es decir, el cinismo, descaro y desfachatez de los Honorables Padres de la Patria estuvo en el hundimiento – anunciado con mucha anticipación y calificado como el crimen perfecto—del proyecto anticorrupción, que eliminaba la casa por cárcel para los funcionarios corruptos, pese a que se había aprobado en los debates reglamentarios.

Se hunde porque se necesitaban conciliar los textos de lo aprobado entre Cámara y Senado y, para ello, había plazo hasta ayer jueves 20 de junio, cuando concluyó la actual legislatura.

Una jugada o mejor, una perrada de esas politiqueras y mañosa a las que están acostumbrados los parlamentarios como fue el cambio de conciliadores a última hora creó una confusión, lo que hizo que el Presidente de la Corporación, Alejandro Carlos Chacón levantara la sesión sin anunciar el debate de conciliación del proyecto anticorrupción.

Pero más allá de esa falta de responsabilidad con el país y la sociedad, se debería investigar el ´cambiazo´ en el que aparece como actor el representante Gabriel Vallejo del Centro Democrático, quien habría firmado el texto conciliado entre ambas Cámaras,  hecho por demás extrañó, ilegal, arbitrario y falso, por cuanto suplantó a quien verdaderamente debía hacerlo.

Entre los parlamentarios de la Cámara corre el rumor de que fue el presidente del Senado, Ernesto Macías, quien tenía el texto de la conciliación, pero faltaba la firma de un representante y llamó al uribista Gabriel Vallejo para que la firmara. Así se fraguaba el fracaso y se consumaba la burla para con la sociedad.

No olvidemos también que con anterioridad el presidente de la Cámara de Representantes ya había asegurado que no veía fácil el trámite de conciliación del proyecto de Ley Anticorrupción.

Entonces ese cuadro que hemos reseñado nos muestra de cuerpo entero que estamos ante un Congreso que no ha aprendido las lecciones del pasado. Que se resiste a reformarse. Que no está dispuesto a ceder sus intereses por el bien de la Patria. Que prefieren seguir nadando en el mar de la corrupción, de la contratocria, de la mermelada, de la burocracia, para que todo siga igual y continuar pescando el que mejor provecho y tajada le saque al partido.  ¡No hay dudas, ganó la corrupción, ganaron los corruptos!.