El nombramiento del Brigadier General William Oswaldo Rincón Zambrano como Director General de la Policía Nacional llega en un momento trascendental y decisivo para Colombia en su seguridad. No se trata únicamente de un relevo institucional, sino del inicio de una etapa en la que los colombianos demandan resultados, tendientes a marcar un punto de inflexión en la manera como la Policía enfrenta los desafíos contemporáneos de seguridad, convivencia y confianza ciudadana.
El general Rincón es un oficial de carrera que ha dedicado más de treinta años al servicio de la patria. Su recorrido por distintas regiones del país le ha permitido conocer, con cercanía y sensibilidad, las realidades diversas que configuran el mapa de la seguridad nacional. Desde los entornos urbanos hasta las zonas rurales más complejas, ha demostrado que la autoridad se ejerce con equilibrio, conocimiento y respeto por el ciudadano, su perfil combina la experiencia operativa con una visión institucional moderna, orientada al fortalecimiento del talento humano y la transparencia.
La llegada de un líder con estas características representa una oportunidad para consolidar una policía más humana, más comprensiva, más cercana y más efectiva, en tiempos donde la percepción de inseguridad preocupa tanto a la ciudadanía y las exigencias sociales reclaman mayor empatía.
El nuevo director asume el reto de guiar esta institución “tan cara a nuestros sentimientos” que debe seguir siendo ejemplo de disciplina, vocación y respeto por los derechos humanos, hacia su objetivo principal y filosófico, la defensa de la vida, honra y bienes de los ciudadanos residentes en Colombia. Los desafíos son significativos: fortalecer la inteligencia y la investigación criminal, recuperar la confianza en las jurisdicciones y comunidades, y profundizar los procesos de transformación tecnológica y de control interno.
Pero más allá de las cifras o los operativos, la tarea más importante será reconstruir la relación entre la Policía y la sociedad, un vínculo que se sostiene en la transparencia, la ética y el servicio magnánimo de cada unidad policial.
El liderazgo del general Rincón Zambrano se proyecta, además, como un llamado a la unión institucional, evocando nuestra doctrina erigida a través de la historia policial. Su talante sereno y su compromiso con los valores esenciales del uniforme verde oliva, auguran una gestión equilibrada, en la que la firmeza en el cumplimiento del deber se combine con respeto ciudadano y el trabajo articulado con las autoridades locales y nacionales.
Colombia necesita confiar nuevamente en sus instituciones, y la Policía Nacional ocupa un lugar central en ese propósito. Por ello, el respaldo ciudadano será tan determinante como la eficacia policial.
Desde esta tribuna celebramos la designación del general Rincón Zambrano y auguramos que su gestión sea recordada por su capacidad de inspirar, servir y proteger con honor, integridad y esperanza.
*Exdirector de la Policía Nacional.