Diario del Cesar
Defiende la región

Seguridad, eje de transformación

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Por:
JOSÉ MANUEL
HERRERA BRITO*
La seguridad es, como bien definido está, un concepto multifacético referido a la ausencia de peligro, riesgo o amenaza que pueda causar daño a personas, bienes o al ambiente y puede ser vista como un estado de bienestar y protección, donde las personas o sistemas están libres de daños físicos, psicológicos o materiales. Varía según el contexto, abarcando desde la seguridad personal, nacional y ambiental, hasta la seguridad de un sistema o servicio, cuyos aspectos clave son ausencia de riesgo, protección y bienestar, prevención de daños; y en sus diferentes contextos traduce seguridad personal, nacional, laboral, ambiental e informática; siendo en conclusión un estado que garantiza la estabilidad y la ausencia de amenazas, permitiendo el desarrollo pleno de individuos y sociedades. El eje es la idea fundamental de un raciocinio. Transformación, se refiere a cambios, intencionales o no, de la estructura y funcionamiento de cualquier sistema, que en el ámbito de los sistemas socioecológicos, suele vincularse a cambios que aseguren la sostenibilidad de la vida en el planeta y el desarrollo de las sociedades humanas.  La paz es presencia de derechos y ese es y será siempre el verdadero triunfo de la seguridad; vale decir, que la gente pueda estudiar, trabajar y vivir sin miedo ni temores.
Debe contener la seguridad pública, a efecto de consolidar avances en la afirmación que no se sostiene solo con operativos, la combinación de inteligencia, coordinación y fuerza operativa con prevención social y justicia con distintas perspectivas, ya que no es asunto aislado sino la base de todo como el valor fundante que es. Cuando un país es más seguro, las inversiones llegan, se generan empleos y trabajos, crece la confianza, florece el bienestar, bajan los homicidios dolosos, los asesinatos, el hurto vehicular con violencia y tienden a reducirse los feminicidios; datos que reflejan y significan familias que duermen tranquilas, comunas respirando paz, carreteras donde la gente puede volver a confiar. Así la estrategia funciona porque la gente lo empieza a sentir en sí misma.
Necesitamos cambiar el panorama que en seguridad tenemos. Reformar lo inadecuado. Ir de frente contra la extorsión, que es ya un delito grave. Fortalecer la inteligencia, que en mi juicio no existe en el país, debiéndose robustecer para debelar a las estructuras delictivas, donde más le duele, esto es, en sus finanzas y en su capacidad de operación. Una fuerza del Estado fuerte y cercana con la gente. Acudir a la cooperación internacional para reforzar esta vía. Combatir el tráfico de armas, drogas y personas. Proyectar una Colombia con liderazgo para lograr avances internos que empiecen a consolidar la paz.
De la misma manera, cumplir los compromisos de fortalecer la seguridad desde lo local. Mantener a la baja el secuestro y otros delitos de alto impacto. Saber que con seguridad y  sin corrupción hacemos más. Que con honestidad, cada peso se convierte en bienestar. Que la paz es presencia de derechos. Que el verdadero triunfo de la seguridad es que la gente pueda estudiar, trabajar y vivir sin miedo ni temores. Y que la transformación debe tener el eje claro y poderoso en la seguridad como cimiento de una Colombia más justa, más fuerte, más libre, mayormente prospectiva y definitivamente estratégica. *saramara7@gmail.com
*Abogado*Periodista