´Miguel no quería repetir pasado y mi hijo lo tiene que vivir´: María Claudia
Con voz entrecortada, María Claudia Tarazona, esposa de Miguel Uribe Turbay, recordó el legado que deja el senador y el dolor de su ausencia, que marca una nueva tragedia en la familia.
En un mensaje cargado de fe, de amor y de dolor, María Claudia tomó la palabra en la misa de exequias realizada este miércoles en la Catedral Primada de Colombia, donde inició dándole agradecimiento a todos los médicos que lucharon día a día para salvarle la vida.
Para ella, la muestra del amor más grande que Miguel Uribe le hizo fue “haber resistido a semejante brutalidad, para darme el tiempo necesario de prepararme con Dios y la virgen María en mi corazón, verdaderamente, para su muerte”.
María Claudia recordó que la labor del senador en su etapa legislativa fue creer en la seguridad y la justicia, como instrumentos para fortalecer la democracia y vivir en paz, recordando la tragedia que su esposo vivió cuando su mamá, la periodista Diana Turbay, fue asesinada.
“Miguel no quería que se repitiera lo que él tuvo que vivir a sus 4 años y que dolorosamente hoy mi hijo amado, Alejandro está viviendo, ese mismo pasado que Miguel no quería que volviera y que hoy golpea a nuestra familia de la manera más cruda y más cruel”, dijo.
Aseguró que actualmente el país atraviesa por “los días más oscuros, más tristes y dolorosos”, no solo por la muerte de Miguel Uribe, sino por “los miles de colombianos que han perdido la vida los años más recientes”.
“Romper una familia, quitarle a un padre su hijo, a una esposa su esposo, a unos hijos un padre, es el acto de maldad más grande que pueda existir. No puede volver a suceder”, cuestionó.
Insistió en que todo el país no puede perder la esperanza, para continuar con las banderas de paz que deja Miguel Uribe y así “construir un país unido, a través del amor, la esperanza y la fe”, porque en estos momentos “La desolación y la desesperanza nos invade”.
En su intervención, María Claudia recordó el legado de su esposo no solo como Senador, sino también como padre “apasionado y enloquecido de amor por su hijo, quien con seguridad tiene en cada una de sus células grabado el amor desbordante que sentía por él”.
Recordó que Miguel Uribe era un hombre “generoso para amar y para perdonar”, donde fue una inspiración para su padre y una guía y un ejemplo para toda la familia.
“Gracias por tu sonrisa que iluminaba mi alma. La fuerza con la que trabajabas sin descanso por construir un país mejor, tu disciplina, tu fortaleza, tu templanza, tu determinación, son inigualables. No hay otro político ni ser humano como tú. Colombia hoy se priva de un ser superior, excepcional, el que sin duda hubiera cambiado la historia de Colombia para siempre”, señaló.
María Claudia concluyó en su mensaje profesando amor por Miguel Uribe, asegurando que cumplirá la promesa “de darle a Alejandro y las niñas una vida llena de amor y de felicidad. Sin odio y sin rencores”, y esperando “hasta que llegue mi momento de encontrarme contigo en el cielo”.