“Volvimos a soñar con la tierra”, campesinos de Cesar
RECIBEN INVERSIÓN PARA PROYECTOS PRODUCTIVOS
Pedro Antonio Daza, campesino de la vereda Los Tupes, en medio del calor húmedo del mediodía, con el sombrero de palma protegiéndole del sol inclemente, contempla su parcela con una mezcla de orgullo y esperanza. A sus 60 años, y tras décadas de trabajar la tierra con herramientas prestadas y recursos escasos, siente que por fin las cosas están cambiando.
“Con esta ayuda volvimos a soñar con la tierra. Antes sembrábamos con las uñas, ahora vamos a tener semillas certificadas, abonos, asistencia técnica… eso nunca lo habíamos tenido”, cuenta Pedro, uno de los 238 beneficiarios de los recursos que la Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregará el próximo 24 de junio a tres asociaciones campesinas del municipio de Chimichagua.
Se trata de una inversión superior a los $2.000 millones, que se ejecutará a través del programa Sembrando Vida, una de las apuestas bandera del Gobierno para transformar el campo colombiano desde las manos de quienes lo habitan y lo trabajan.
En el departamento del Cesar, la ANT ha priorizado 26 iniciativas productivas para el fortalecimiento de la economía rural, centradas principalmente en la siembra de 1.041 hectáreas de maíz, 299 de yuca y 127 de fríjol, además de otros cultivos como arroz, ajonjolí, plátano, melón, ahuyama y patilla, que ocuparán un total de 1.627 hectáreas en distintos municipios del territorio.
RAÍCES FIRMES EN CHIMICHAGUA Y CODAZZI
En Chimichagua, las asociaciones Ascaprovida, Asocamna y Asopronatura fueron seleccionadas mediante una convocatoria nacional para recibir el 70% del valor total de sus proyectos en forma de insumos, maquinaria, asistencia técnica y fortalecimiento agroempresarial. El 30% restante podrá financiarse mediante una línea de crédito especial con tasa subsidiada y garantías del Fondo Agropecuario de Garantías (FAG).
“Estamos apostando por una economía rural productiva y sostenible, que empodere a las comunidades campesinas y les permita quedarse en sus territorios con dignidad”, explicó Alexandra Pineda Ortiz, asesora de la Dirección General de la ANT.
En el municipio de Agustín Codazzi, el entusiasmo también se siente en el aire. Allí avanza la conformación del Territorio Campesino Agroalimentario (TECAM) Serranía del Perijá y valle del río Cesar, una figura jurídica de protección territorial que agrupará a 2.500 familias en un área de 29.000 hectáreas, distribuidas en tres corregimientos y 19 veredas.
“Acá sembramos desde fríjol hasta cacao. Todo lo que producimos termina en los mercados de Codazzi. Ser reconocidos como TECAM nos asegura permanencia, soberanía alimentaria y respeto por nuestro trabajo”, afirma con convicción Dennys del Carmen Melo, vocera de las comunidades impulsoras del proceso.
Este TECAM se suma a otras dos solicitudes ya tramitadas ante la ANT, Ciénaga de Zapatosa y Nuevo Amanecer, que convertirán al Cesar en el primer departamento con territorios campesinos agroalimentarios reconocidos legalmente en Colombia.
CAMPO CON FUTURO
En lo que va del actual Gobierno, más de 25.000 hectáreas han sido entregadas a comunidades campesinas y étnicas en el Cesar, en un proceso que combina acceso a tierras, financiación, asistencia técnica y participación comunitaria.
“Hacer que la tierra sea más productiva, y que territorios como Chimichagua y Codazzi se conviertan en potencias agroalimentarias, es el norte de nuestra política rural”, concluyó Pineda Ortiz.
Y mientras tanto, Pedro Antonio Daza se prepara para sembrar su próxima cosecha. “Ahora sí vamos a trabajar con ganas. Esta tierra es nuestra y la vamos a hacer valer.”