Diario del Cesar
Defiende la región

Enfrentar la disminución de la oferta hídrica

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Los cada vez más severos eventos de variabilidad climática sumados a la alta contaminación, la deforestación, la degradación de las cuencas y el consumismo desmedido, nos exponen a una reducción progresiva en la oferta hídrica, que perturba en forma grave e inminente el orden ambiental, económico, social y energético del país. Una realidad que nos presenta claros desafíos sobre la gestión y el uso de los recursos hídricos en Colombia.

A pesar de la gran riqueza hídrica con la que contamos y de estar entre los nueve países con mayores recursos de agua en el mundo, el preciado líquido tiene una alta tendencia a escasear y con el paso del tiempo el riesgo de desabastecimiento de agua está aumentando. De acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 835 municipios del país son susceptibles al desabastecimiento de agua, en medio de la temporada de lluvias.

Es así que la perforación de pozos para aprovechar el recurso hídrico subterráneo es una alternativa que debe profundizarse en el país con el propósito de abastecer las zonas que son afectadas por la sequía. Del potencial de más de 70% que tiene el territorio nacional en aguas subterráneas, solo se conoce 15% de los sistemas acuíferos, por lo que es necesario ampliar los estudios geológicos sobre aguas subterráneas, así como ejecutar nuevos programas para garantizar su correcta y responsable gestión.

Un ejemplo de los graves efectos que pueden ocasionar los periodos de sequía fue la reciente emergencia hidrológica registrada en Bogotá, que resintió la capacidad de los embalses que sirven a la generación eléctrica, dejando a la capital a puertas de un apagón. Esta problemática se ha convertido en paisaje en departamentos como La Guajira, Vichada, Vaupés, Chocó y Guainía y en capitales como Santa Marta, Buenaventura, Quibdó, Mocoa, San Andrés y Leticia, que cuentan con el servicio de agua potable entre 10 y 18 horas por día. Actualmente, solo 529 municipios -de los 1.102 en el país- cuentan con servicio de agua de manera continua.

Con una demanda creciendo a un ritmo insostenible y una oferta cada día más limitada, es inaplazable intensificar las medidas para mitigar los efectos de los eventuales fenómenos de El Niño. No podemos seguir actuando por reacción, es decir, debemos dejar de hacer un pozo de aguas profundas aquí, otro allá, otro más lejos o más cerca, según la emergencia del momento. A nivel nacional se requiere definir un plan completo de manejo sostenible de aguas subterráneas, que nos centre en la necesidad de ser más coherentes e integrales en las soluciones hídricas.

También, es importante seguir fortaleciendo las acciones y programas orientados a la conservación del agua, un recurso esencial para la vida, que cuenta con un gran valor económico, estratégico y social. Si no adoptamos las medidas que se requieren antes de que vuelvan a surgir las emergencias, vamos a tener una hecatombe económica y social sin precedentes en el país, de la cual no saldremos en mucho tiempo, más aún si los fenómenos ambientales son más graves de lo que se prevén, como ya está sucediendo.

* Senador de la República