Diario del Cesar
Defiende la región

Fiscalía investiga brutal caso de tortura entre estudiantes

POR PRESUNTA DIVULGACIÓN DE VIDEO ÍNTIMO

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Un nuevo caso de violencia escolar extrema tiene consternada a la ciudadanía vallenata, luego de que se conociera la denuncia de una agresión física, psicológica y presunta tortura a un menor de edad, estudiante de un reconocido colegio privado de la ciudad.

Los hechos, calificados por el abogado Edwin Amaya Fuentes como “premeditados” y “planificados”, habrían ocurrido en una finca ubicada en las afueras de Valledupar, más allá del Puente Salguero, a donde el menor fue llevado con engaños por un compañero de clases. En el lugar, otros estudiantes lo esperaban para confrontarlo por la presunta divulgación de un video íntimo que habría llegado a sus manos a través de redes sociales, pero que no fue producido ni grabado por él.

Según el relato del abogado, el joven fue obligado a entregar su celular, y al encontrar el video en una carpeta oculta, los agresores lo redujeron a la fuerza, le propinaron una brutal golpiza de varias horas, lo amenazaron de muerte y lo retuvieron en contra de su voluntad, generando un profundo trauma físico y emocional.

El menor logró escapar cuando era transportado de regreso a la ciudad. Aprovechó un momento de descuido y descendió del vehículo en el parque El Viajero, desde donde pidió auxilio en un CAI de la Policía. Según Amaya, fue clave que el menor lograra enviar su ubicación a su hermano, lo que permitió a su familia rastrearlo y brindarle apoyo inmediato.

La Fiscalía General de la Nación ya inició una investigación formal tras la denuncia presentada, en la que se identifican plenamente a los agresores y a dos testigos presenciales. Las lesiones del menor fueron certificadas por Medicina Legal, mientras que los daños psicológicos incluyen cuadros de depresión, trastornos de sueño, ansiedad y miedo constante a ser agredido nuevamente.

Por su parte, la familia de la víctima ha solicitado al colegio privado donde estudian tanto el menor agredido como los presuntos victimarios, que se abra un proceso disciplinario interno y se impongan sanciones ejemplares, pese a que el hecho ocurrió fuera de las instalaciones educativas. Como medida preventiva, han decidido acompañar personalmente al menor en su jornada escolar para salvaguardar su integridad.

“El hecho refleja una alarmante escalada de violencia entre jóvenes y requiere una respuesta inmediata de las instituciones educativas, judiciales y sociales”, expresó el abogado Edwin Amaya, quien además hizo un llamado a la justicia: “Hoy fue el hijo de esta familia, mañana puede ser el de cualquiera”.

Mientras el caso avanza en etapa de instrucción, la comunidad de Valledupar espera acciones contundentes por parte de las autoridades para evitar que este tipo de actos se repitan.