El Gobierno Nacional proyectó una reducción del déficit fiscal (deuda) del 6,7% del PIB en 2024 hasta el 5,1% en 2025. No obstante, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal advirtió que esa meta resulta difícil de alcanzar, debido a una combinación de ingresos tributarios por debajo de lo esperado y un gasto público elevado.
Según el informe presentado por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) al Congreso, el Gobierno estimó ingresos tributarios por $299,9 billones en 2025, lo que implicaría un crecimiento del 22,6% frente al año anterior.
Sin embargo, “el recaudo observado en los primeros meses de 2025 crece solo 6,2% anual, lejos de la meta del Plan Financiero”, advirtió el organismo adscrito al Ministerio de Hacienda.
Además, el gasto primario (conjunto de los gastos del Gobierno que excluyen el pago de intereses de la deuda pública) continúa en niveles altos, impulsado por presiones presupuestales y el uso de reservas acumuladas en 2024, que sumaron $52,3 billones, lo que limita la capacidad del Estado para ajustar su presupuesto en respuesta a nuevas prioridades o contingencias.
Ajustes fiscales y riesgos crecientes
El Carf alertó que para cumplir la Regla Fiscal en 2025, será necesario un recorte en el presupuesto de por lo menos $46,6 billones (2,6% del PIB), mientras que en un escenario adverso, el ajuste podría alcanzar los $75 billones (4,1% del PIB).
En el análisis se identifican “algunos riesgos importantes de la sostenibilidad de las finanzas públicas”, relacionados con el crecimiento del gasto del Gobierno Nacional, la rigidez presupuestal y un modesto crecimiento del PIB, que afecta directamente el recaudo permanente.
También se advierte que la elevada brecha entre las tasas de interés y el crecimiento económico dificulta reducir la deuda a su objetivo legal de mediano plazo.
Entre 2019 y 2024, el gasto del Estado aumentó 4,6 puntos del PIB, alcanzando el 23,2% en 2024, mientras que los ingresos solo crecieron 0,3 puntos. Al cierre de ese año, cerca del 90% del gasto estuvo comprometido con partidas rígidas como salud, pensiones, el SGP, intereses y el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles.
Cabe mencionar que el Gobierno decretó en enero un aplazamiento de $12 billones en gasto, pero los expertos consideran que estos ajustes son insuficientes.
“La posición de caja cerró en niveles críticos en 2024, con depósitos en el Banco de la República de solo $3,7 billones”.
Finalmente, la caída del petróleo de USD 74,6 en 2024 a USD 67,4 en abril de 2025 agrava el panorama fiscal por una proyección de menores utilidades de Ecopetrol, por lo que Colombia deberá buscar ingresos adicionales o aplicar recortes más profundos para evitar un mayor desbalance en sus finanzas públicas.
/LaFM