Muchas de las tuberías que componen el sistema de acueducto en el municipio de Valledupar tienen más de 50 años de estar instaladas, lo que evidencia que el material y condiciones no son las adecuadas para mantener su vida útil ni cubrir la alta demanda poblacional. El 60 por ciento de este sistema está elaborado con asbesto-cemento, material que en la actualidad está prohibido utilizar y a la fecha este municipio requiere sustituir con urgencia el 30% de las tuberías existentes.
La ciudad cuenta con 700 kilómetros de tubería de diferentes diámetros en acueducto. El agua que consumen los habitantes de Valledupar circula por tuberías fabricadas en su mayoría con asbesto, dato preocupante que necesita de la inmediata intervención de las entidades municipales. Y aunque cada vez que los operarios de Emdupar hacen una intervención, cambian los tubos por otros fabricados de diferente material, la mayoría no han sido remplazados, lo que representa un serio peligro para la salud de los habitantes de esta capital.
No es imposible reemplazar el asbesto-cemento, el tema es hacerlo de manera organizada y coordinada con las comunidades para evitar un colapso en el sistema. “En Valledupar se necesita sustituir el 30% de las tuberías, ya que está prohibido hace más de 30 años en Europa y gran parte de América Latina, por lo que es increíble que sigamos utilizándolo sabiendo que está comprobado que este material causa cáncer”, dijo Carlos Quintero Ovalle, ex gerente general de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar S.A., Emdupar.
“Es lógico pensar que es una tarea engorrosa para la empresa de servicios, pero deben reforzarse las estrategias para preservar la salud de los vallenatos, por cuanto estarían consumiendo agua no apta”, manifestó Quintero Ovalle.
Una investigación realizada por el departamento de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de la Costa y encabezada por el investigador Carlos Schnorr, revela que el asbesto no solo afecta a quienes se exponenal material por motivos ocupacionales, sino a toda la población. “La prohibición de su uso industrial reducirá riesgos futuros para la salud, pero poco se he comentado sobre el asbesto que está en nuestras casas, escuelas, hospitales, calles, entre otros. Y de los riesgos de contaminación debido a las inundaciones que se incrementarán en intensidad y frecuencia en los próximos años, debido a los efectos del cambio climático en áreas costeras como la región del Caribe colombiano”, afirmó .
“Si Colombia hubiera prohibido el asbesto hace décadas, como se hizo en otros países, la magnitud del problema que ahora enfrenta sería mucho menor”, apuntó.
DISPOSICIÓN LEGAL
El 4 de marzo, el Juzgado 39 Administrativo de Bogotá ordenó al Estado implementar una política de sustitución de este material en un plazo de cinco años. La sentencia obliga a los ministerios de Salud y Trabajo garantizar “que las industrias que usan esta fibra, adapten sus procesos a tecnologías más limpias y se logre un sustituto final para el asbesto; que se desarrolle un plan de adaptación laboral para los trabajadores de estas industrias; se apliquen multas entre 100 y 5 mil salarios mínimos por su uso, así como sanciones penales y administrativas. La medida reduciría en un 80 % el empleo del material en la ejecución de obras”.
Este miércoles ante la Cámara de Representantes de la República fue solicitado incluir en la próxima sesión el proyecto de ley por medio del cual se prohíbe la comercialización, producción y toda forma de negocio relacionado con el asbesto por ser un producto comprobadamente cancerígeno. Lo consideran como el mejor beneficio que harían al medio ambiente. El proyecto, también conocido como la Ley ‘Ana Cecilia Niño’, de autoría de la senadora Nadia Blel, enfrentará su último debate en el pleno de la Cámara Baja.
En el articulado permanece la eliminación del asbesto en todo el territorio nacional, con la modificación de que se reduce el periodo de la prohibición quedando a partir del primero de enero de 2021. Para ser ley, el proyecto deberá dar su cuarto y último debate en la plenaria antes del 20 de junio de este año.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, EPA, el contacto o la inhalación de fibras de asbesto presentes en el aire, está produciendo la muerte de 10 mil y 12 mil personas al año, en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, ha revelado que existen suficientes evidencias para asegurar que la exposición al asbesto puede causar enfermedades como cáncer de pulmón, laringe, ovario y mesotelioma o tumor en el mesotelio. Está asociado además al cáncer de esófago, estómago, colon, hígado, recto, riñón, y a enfermedades como asbestosis pulmonar, fibrosis pleural y placas hialinas pleurales.
SUSTITUCIÓN PROGRESIVA
Ricardo Llanos, jefe del Departamento Técnicode Emdupar, explicó que uno de los retos de la empresa es garantizar que todas las redes de la ciudad cumplan con las normas técnicas establecidas por el Estado. La sustitución de tuberías elaboradas en material de asbesto-cemento sustituido progresivamente.
Llanos informó que en la actualidad se está radicando para su aprobación en la Alcaldía de Valledupar un contrato para cambiar un lote de láminas de asbesto en los presedimentadores, obra que tendrá un inversión de 1.800 millones de pesos. Las tuberías se cambiarán por material PVC.
“Anteriormente el problema era más grave. En el sistema existía un 60% de tuberías con ese peligroso material, hoy hemos cubierto un poco menos de la mitad de ese porcentaje con el respaldo del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, SIVA, y el gobierno departamental”, dijo.
Manifestó que las tuberías que van desde la sede de la Gobernación hasta la entrada al Obelisco fueron remplazadas; así como también en los 450 años, barrio Villa Miriam y otros sectores apegados a las normas internacionales. “De los 700 kilómetros de tuberías existentes en el municipio, el 30% es de asbesto y su cambio se irá dando de acuerdo a los planes de inversión existentes. En los próximos días se intervendrá el sistema en el sector Sicarare”.
Sin embargo, Llanos manifestó que aunque es un problema por resolver, no es motivo de alarma por cuanto el agua que se suministra en el municipio es de óptimo uso y consumo.