Diario del Cesar
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César López lanza su grito de ’Victoria’

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Ya son más de dos décadas de trabajo en solitario los que cumple César López como artista independiente pero con un total compromiso de hacer música con un sentido, con profundidad en una total invitación a la reflexión a través de su arte.

De ahí, que muchos estaban a la espera del anuncio del lanzamiento de ‘Victoria’, el décimo trabajo discográfico en su carrera como solista, tras hacer parte de la agrupación Poligamia, el cual realizará el próximo 14 de junio en las instalaciones del Museo Nacional de Colombia.

Un trabajo que le tomó más de cuatro años de realización, que inició incluso antes de publicar ‘Canciones para después de la guerra’, el álbum que editó en el 2016, desarrollando piezas solo para piano  con la única finalidad de brindarle a los oyentes una experiencia única.

Para la grabación total del álbum, César utilizó un casco especial con el fin de lograr el sonido perfecto para que el oyente lo escuche como si estuviera sentado en el piano tocándolo él mismo.
‘Victoria’, como sus otros nueve trabajos discográficos, da cuenta de la terquedad y del amor profundo por esta profesión, pero además de la necesidad de seguir narrando en medio de cualquier dificultad, a veces desde el piano o la guitarra.

“Todo sucedió mientras iba recorriendo el país, escuchando historias y cantando para entender, para aprender, para ayudar a sanar y sanarme a mi mismo.
 Incorporé un experimento acústico muy particular basado en la decisión de poner al oyente como el centro de la intención creativa y para esto diseñé un casco que captura el sonido del piano tal cual como yo lo escucho, registrando mis balanceos o movimientos. 
Con esto pretendo sumar a la experiencia del escucha la posibilidad de ponerse en mi zapatos o mejor en mis oídos por unos minutos y no solo disfrutar de los ejercicios de composición sino sumarle la posibilidad de acercarse a la experiencia del momento de la grabación y la percepción del músico cuando toca el instrumento que es completamente distinta a quien lo escucha sentado al frente en un escenario”, comentó César López.

El equipo de trabajo, además del ingeniero de sonido, Julio Monroy y el documentalista José Luis Molina, contó con David Pulido, productor técnico quien tuvo a su cargo además la enorme responsabilidad de construir el casco con todas las especificaciones necesarias para lograr que quien oiga las obras pueda ser por algunos minutos el pianista de la grabación.

Para el creador, este álbum es un ejercicio de tiempo, paciencia y delicadeza en la búsqueda de lo estético, además, un testimonio de perseverancia, de amor y respeto por la música. “Aprendí que en la vida no es uno quien pasa por la música, es la música la que nos pasa, nos atraviesa, dejando en nosotros una herida de luz que por fortuna, nunca cicatriza”, agregó el artista.

 

GENIALIDAD A FLOR DE PIEL

 

Nacido en Bogotá, comenzó su carrera musical a los ocho años experimentando con un tiple que encontró por azares del destino en su casa. Su talento innato para la música fue tan evidente que desde tan temprana edad fue aceptado el conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia donde aprendió a tocar el piano.

A los 14 años decide montar su primera banda de rock ‘Los amantes de Lucía’ en la que interpretó la batería,  muestra clara de su versatilidad artística. También hizo parte de varios proyectos importantes de la música colombiana tocando junto a artistas de la talla de Jose Gaviria y la fallecida Vicky, tocando desde la batería hasta el bajo a lo largo y ancho del país.

En el año 1990 es invitado a hacer parte de Poligamia con quienes grabaría álbumes como ‘Búscame’, ‘Desvanecer’, ‘Mi Generación’ y ‘Confusión’.

Tras el fin de Poligamia en 1997, César continúa con su carrera musical y compone su primer trabajo como solista ‘El álbum de la ausencia’ en homenaje a su padre fallecido. Como parte de su catarsis, César decide visitar clínicas psiquiátricas y a niños con enfermedades variadas. En estas visitas Cesar cambia su manera de ver la vida y comienza su correría por el mundo conociendo historias de los más necesitados y dándoles voz a través de su música.

En 1998 César graba su segundo álbum ‘Alas de prueba’ y un año más tarde ‘Vacío y realidad’ junto a Antonio Arnedo. Después llegarían álbumes como ‘La Resistencia’ del año 2000 y ‘Batallón artístico de reacción inmediata’, el cual surge cuando a raíz del atentado terrorista contra El Club el Nogal entre otros eventos violentos que sucedían en el país en esa época, cuando creó La Escopetarra.

A partir de ese momento nace el activista social y comienza su correría por el país y el mundo llevando la música como un instrumento de paz haciéndose acreedor de la distinción de las Naciones Unidas como mensajero de la no violencia y emisario de conciencia de Amnistía Internacional.

La Escopetarra fue donada como un símbolo de paz mundial a ciudades como Barcelona, New York, París, Berlín, Nueva Deli, Ciudad de Guatemala, Medellín, Rio de Janeiro, Bogotá y la India en donde el artista hace entrega una de ellas a Tara Gandhi, la nieta de Mahatma Gandhi.

A partir de ese viaje musical Cesar comienza  a apoyar procesos culturales y sociales en el mundo como las Favelas de Rio de Janeiro, donde ayudo a robarle jóvenes a las bandas de narcos para que estudiarán música, fue invitado por la Unesco al Foro mundial de la juventud en París 2012./COLPRENSA.