Verduras, frutas, queso, café, panela y hasta cerdo, fueron algunos de los productos que hicieron parte de este noveno Mercado Campesino en el corregimiento La Mesa. /Merlin Duarte
Más de 28 campesinos de las más de 5 veredas del corregimiento La Mesa – Azúcar Buena, hicieron parte de esta nueva versión del Mercado Campesino.
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MERLIN DUARTE
Se despertaron más temprano y contentos que de costumbre. Las razones: era su día y lo querían celebrar con todo el pueblo vallenato a través de un espacio de integración, de impulso a la economía y exaltación a su incansable labor diaria que hace que hasta las mesas de los diferentes hogares de Valledupar lleguen los más frescos productos de la canasta familiar.
Didier Lúquez es uno de los más de 28 campesinos que llegaron desde las primeras horas al corregimiento La Mesa – Azúcar Buena, aun cuando la neblina estaba baja, para ser parte del noveno Mercado Campesino que se realizó en ésta, una de las más grandes despensa agrícola de la región.
Llegó acompañado de su mejor equipo, su mamá Alcira Gutiérrez y su papá Julio Lúquez, y junto a ellos bultos de guineos verdes, maduros, plátanos, féculas de plátanos y café. Todos con la esperanza de la reactivación del campo a través de esta alternativa para ofrecer sus cosechas sin intermediarios, de buena calidad y a muy bajo precio.
Su stand tuvo buena demanda. Salían bolsas llenas, otras no tanto, pero poco a poco se iba disminuyendo la cantidad de alimentos para la venta.
Su finca está cerca de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como lo está la vivienda de Hernando Arias Pacheco, proveniente de la región de Guatapurí. Quien bajó de la montaña para ofrecer, junto a su esposa, hermano y cuñada, las reconocidas panelas atanqueras con sabor a coco, jengibre, canela y a caña.
“Esta es una gran oportunidad para el productor que puede vender sus alimentos directamente al consumidor”, especificó este ciudadano, quien reconoce que esta es una buena forma de celebrar el Día del Campesino, pero “se necesita complementarlo con vías terciarias, con asistencia técnica y mejoramiento y dotación de semillas moradas para que hayan productos de mayor calidad”.
Mario Gutiérrez, conocido como ‘El Poeta’, hermano de Abel Gutiérrez a quien también le llaman ‘El Tomatero Mayor’, tuvo buena venta. Se le notaba la alegría de volver a ver a tanta gente reunida en un mismo lugar apoyando su labor. “¡Excelente! Traje malanga, yuca, tomate, ají, que los cultivamos en Azúcar Buena”, dijo.
LO QUE DICE LA COMUNIDAD
La convocatoria hecha por los mismos campesinos tuvo eco en la comunidad, quien resaltó esta jornada como un espacio propicio tanto para los agricultores como para los compradores y consumidores.
“A mí me parece una buena idea de que el campesino baje de su parcela acá para dar a conocer sus productos, y es una forma en la que nosotros podemos ayudarles”, especificó Justín, una ama de casa que llegó hasta La Mesa, en búsqueda de alimentos frescos.
Olaris Oñate Fernández aseguró: “Esta es una labor interesante. Me gusta como toda la ciudadanía de Valledupar se volcó a este lugar. Vale la pena apoyar estas actividades”.
Trinidad Daza es habitante de La Mesa. Dijo que esta actividad le da vida a su pueblo. “Esto es bueno porque llega mucha gente y el ambiente es súper”, resaltó esta madre comunitaria.
Por su parte, Gustavo Maestre mencionó que esta es una jornada que también exalta su labor como campesino, quien durante más de 15 años lideró elmercado campesino en el CDV de Valledupar, el cual continúa todos los domingos pero no con la misma fuerza por supuesta falta de apoyo.
Por primera vez llegó a esta actividad Lilian Fuentes Medina, junto a su esposo, quien vio una buena opción de venta y compra. “Son productos de buena calidad y frescos”, aseguró.
El campesino Moisés Pérez es un indígena emprendedor, quien junto a más de 500 personas se dedican a producción de diferentes productos como naranja, guineos, plátanos, entre otros, manifestó estar contento por este evento.
DE LA VIOLENCIA A LOS SUEÑOS
El terreno donde se desarrolló éste y otros mercados campesinos en Valledupar fue epicentro de la barbarie ocurrida en ese sector durante la época de la violencia, pero hoy se ha convertido en el escenario de la esperanza, en donde los campesinos que huyeron azotados por los grupos armados y después retornaron para volver a creer, sueñan con que en este lote, que funciona como cancha de arena, al lado del colegio de la zona, se realicen de manera constantes estas jornadas que impulsa la actividad agrícola.
“Esto fue grave. Llegó un momento en que esta zona quedó sola. Los campesinos han retornado sin presión, pero necesitan de la ayuda del Estado, que se declare la zona como víctimas y se haga un reconocimiento colectivo para que el Gobierno se volqué aquí y mejore la calidad de vida de esta gente”, manifestó Álvaro Tabera, miembro de la Asociación de Líderes Sociales del Cesar.
ACOMPAÑAMIENTO INSTITUCIONAL
El noveno Mercado Campesino tuvo presencia institucional, al menos así lo afirmó Álvaro Tabera.
“Resaltamos la grata presencia institucional. Nos acompañó la Gobernación, nos facilitó las carpas, y la Alcaldía nos apoyó en los stand. La Defensoría delPueblo también nos respaldó y la Cámara de Comercio nos facilitó herramientas para regalarlas a los campesinos al final de la jornada donde les ofreceremos almuerzo”, especificó.
Tabera recordó que con este ejercicio lo que se busca es visibilizar a los campesinos, que son personas importantes, porque “cuando en una mesa se comparte un alimento, es porque hay un campesino produciendo comida para la gente de la ciudad”.