“Papá está será mi última misión para luego tramitar mi pensión, estén tranquilos que todo saldrá bien”, fueron las últimas palabras que Jair Camaño Acosta, en la víspera de su muerte, le dijo a su padre.
Fue la última conversación entre padre e hijo sin que ninguno de los dos presagiara una desgracia vestida de lágrimas y desdicha; fue la desilusión de un sueño frustrado porque una aparente operación militar contra el séptimo frente de las FARC, terminó en la muerte de un policía cesarense.
Jair Camaño Acosta, un uniformado de 39 años, natural de Codazzi, Cesar, murió a las 10 de la mañana del viernes anterior al caer de un helicóptero desde una altura aproximada de 12 metro, cuando participaba de una operación militar en el sitio conocido como La Macarena, en la vereda El Diamante, en el departamento del Meta.
Sentados en un bordillo en la parte externa del aeropuerto ‘Alfonso López’ de Valledupar, familiares del hombre que durante 22 años prestó sus servicios como Policía Judicial, esperaban entre lágrimas la llegada del cadáver, sin embargo, la incertidumbre se tiñe de angustia, cuando las nubes grises comienzan a hacerle venia a una llovizna inevitable.
Don Wilson Camaño, padre del uniformado, no es ajeno al dolor. Sus lágrimas se confabulan con el desconsuelo al saber que en pocos minutos su hijo vendrá envuelto en un ataúd arropado con la bandera colombiana. Irrumpe en llanto mientras habla de los sueños frustrados de su hijo. “La última vez que hablamos me dijo que posiblemente era su última operación porque iba a tramitar su pensión y fíjese lo que ocurrió. Siempre soñó con disfrutar su pensión con su familia y sus dos hijos, me dijo que quería colocar una industria de carrocerías, lastimosamente se mató en ese helicóptero”, lamentó Wilson Camaño, mientras pasa las manos por su cara, como queriendo disimular su evidente dolor.
“A MI HERMANO LO MATARON”
Afligidos por la tragedia, familiares de la víctima aún no entienden la forma cómo murió Jair Camaño Acosta; hay muchos vacíos en las informaciones que llegan desde el lugar de los hechos. “Nosotros no creemos en lo que nos dice el Ejército, a mi hermano lo mataron porque tenía mucha experiencia en este tipo de operaciones conjuntas entre Ejército y Policía Nacional, nos dicen que se cayó del helicóptero, pero eso no lo creemos porque él era muy cuidadoso con las normas de seguridad, seguramente él sabía muchas cosas que el Ejército quería que no se supieran, exigimos una investigación para que se aclaren los hechos porque hay muchas inconsistencias en la información que nos llega”, aseguró un hermano del policía muerto.
Ahora el barrio Buenos Aires de Codazzi se viste de luto porque uno de sus nativos viajó a la eternidad. “A él lo querían mucho en el barrio, cada vez que iba a la casa eran días de felicidad. Vamos a cumplirle su petición en vida, siempre quiso que cuando muriera lo sepultaran al lado de su madre”, recordó don Wilson Camaño.
Jair Camaño Acosta tenía tres años de vivir en Bogotá y estaba comprometido con Pilar Jojoa Delgado, directora de la DIAN en Bogotá.
En el operacional fueron abatidos tres disidentes del frente séptimo de las Farc que hacían parte del GAO, estructura liderada por Mario López Córdoba, alias ‘El Negro Edward’.
Durante el procedimiento también fueron incautados fusiles, cartuchos punto 50, pistolas, francotiradores, proveedores, granadas y otras municiones. Según las autoridades, fue la segunda maniobra operacional tipo BETA que se ejecuta durante esta semana y la segunda afectación más importante contra este grupo ilegal luego de la muerte de alias ‘Jeison Orejas’.