Un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, reveló cuál fue el rendimiento de los países miembro en cuanto al recaudo tributario durante el año pasado.
El nivel promedio de los ingresos fiscales se ubicó en 33,9% en proporción al PIB, 0,1% menos que lo registrado en 2021 y 2022 pero superando niveles prepandémicos (33,4% en 2019). De la misma manera, la organización especificó que la relación impuestos/Producto Interno Bruto mejoró en 18 de los 36 países de los cuales se disponen los datos. En este sentido, Francia tuvo el mejor registro con 43,8% y Dinamarca con 43,4%.
Aunque Colombia mejoró en 2,6% el registro de 2022 y tuvo el segundo mayor repunte en un año, se posicionó como el cuarto país con el peor recaudo tributario con 22,2%, solo por delante de Irlanda, Chile y México.
«La diferencia entre el recaudo y tamaño del impuesto radica en la estructura tributaria y la eficiencia en la administración fiscal. Aspectos como la evasión y una base gravable reducida afecta el recaudo”, comenta Jhon Alexánder Torres, líder de investigaciones económicas dee Native Capital Management.
IVA, mayor fuente de ingresos
De acuerdo con los datos de la Ocde, el impuesto al valor agregado representó la mayor parte de los ingresos del país en 2023, con 32% del total; así mismo, la cifra supera al promedio Ocde, que está en 21%.
Otras categorías como el impuesto a las sociedades y los impuestos a bienes y servicios (que excluyen al IVA)también fueron representativos para el recaudo tributario colombiano en 2023 con 25% y 13% respectivamente.
En cambio, el impuesto a la renta personal y las contribuciones a la seguridad social no tuvieron la misma incidencia y solo significaron 7% y 8% cada uno; incluso, categorías por debajo del promedio Ocde que cerró en 24% y 25% el año pasado.
¿Y la renta corporativa?
Ahora bien, a pesar de que la proporción del recaudo tributario frente al Producto Interno Bruto es tan alta si se compara con la de países europeos como Francia (43,8%), Bélgica (42,6%) o Grecia (39,8%), si tiene uno de los tributos a la renta corporativa, no solo frente a estos países, sino que tiene el más alto de América Latina con 35%.
Frente a sus pares regionales, solo se equipara con Argentina con 35% y Brasil con 34%. Esto demuestra que la imposición de un alto cobro de este impuesto no necesariamente se traducirá en mayores ingresos fiscales y, por el contrario, podría desencadenar eventos contrarios a la idea de desarrollo económico como la desincentivación a la inversión extranjera y la creación de nuevas empresas.
Alejandro Espitia, docente de Nueva Economía Política en la Universidad Javeriana, explica que aún si Colombia quisiera aumentar su recaudo en proporción al PIB, no sería una tarea fácil ya que la informalidad es alta (noviembre cerró con 55,3% ocupados informales).
“El país estaría ante una encrucijada porque si no hay suficientes empresas formales para hacer un aumento considerable de la base gravable,tendría que subir en mayor medida los impuestos o aplicar más impuestos indirectos a los bienes (como subir el IVA a 22% como en Dinamarca), pero sería una medida impopular”, concluye Espitia.
Impuestos saludables ganan relevancia en el bloque Ocde
Para combatir problemas de salud pública como la obesidad, el alcoholismo y el tabaquismo, se ha desincentivado el consumo con impuestos.
“En el promedio Ocde, los ingresos provenientes de estos tres impuestos ascendieron a 0,74% del PIB y representaron 2,24% de los ingresos fiscales totales en 2022. En 27 de los 38 países del bloque, los ingresos de impuestos al tabaco fueron la principal fuente de ingresos por impuestos a la salud en ese año”, dice la Organización.