El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible declaró este miércoles una zona de reserva temporal en el macizo de Santurbán, una medida que pretende proteger las fuentes hídricas de los ríos Alto Lebrija y Cáchira Sur, que abastecen a más de 1,3 millones de personas en siete municipios de Santander, incluyendo el área metropolitana de Bucaramanga.
La ministra de esa cartera, Susana Muhamad, señaló que esta decisión responde al principio de precaución para garantizar la seguridad hídrica en una región clave para el ciclo del agua.
La resolución establece una reserva de 75.357 hectáreas en el costado occidental del macizo, identificadas como críticas para la regulación y provisión de agua.
Según los planes de manejo de cuencas de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), esta área comprende 47 microcuencas esenciales para el suministro hídrico.
PROTECCIÓN TEMPORAL Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La Ministra explicó que esta medida, con una vigencia de dos años, no afecta actividades agrícolas, ganaderas, ni de infraestructura existentes, pero suspende nuevas solicitudes de títulos y licencias mineras.
«Publicamos la resolución, sus anexos técnicos y cartografía para consulta ciudadana, y recibiremos comentarios de todos los actores interesados», afirmó Muhamad.
Además, se realizarán sesiones informativas en la región para garantizar la participación de las comunidades.
La resolución también reconoce la tradición minera en los municipios de California y Vetas, permitiendo la continuidad de procesos de formalización minera y las actividades con títulos e instrumentos ambientales vigentes.
CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL
Un cuarto del área protegida, equivalente a 23.000 hectáreas, se superpone con títulos mineros ya otorgados, lo que evidencia un conflicto entre decisiones ambientales y mineras. De estas, 20.000 hectáreas son consideradas críticas por los planes de manejo de cuencas de la CDMB.
«Es necesario analizar los impactos acumulativos de la minería en el ciclo del agua antes de avanzar con nuevas decisiones», enfatizó Muhamad.
Estudios realizados por entidades como el Servicio Geológico Colombiano, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) respaldan técnicamente la medida.
Adicionalmente, investigaciones han demostrado que el macizo de Santurbán contiene elementos químicos tóxicos que, al exponerse al agua y aire, podrían generar riesgos ambientales significativos.
La declaración de esta zona de reserva temporal también responde al cumplimiento de una sentencia del Consejo de Estado en 2022 sobre la ventanilla minera, que ordenó mayor coordinación entre las autoridades ambientales y mineras para evitar conflictos territoriales.
«La región enfrenta alta vulnerabilidad hídrica y ha perdido integridad ecológica. Esta medida busca recuperar el ciclo del agua y proteger la vida de millones de personas», concluyó Muhamad.
Durante los dos años de vigencia de la reserva, se avanzará en estudios científicos para determinar con mayor precisión las zonas donde podría permitirse la actividad minera sin comprometer los recursos naturales.
Con esta medida, el Gobierno busca fortalecer la protección ambiental en un territorio de alta importancia ecológica y social.
/Colprensa