Diferentes asociaciones científicas y de farmacovigilancia le hicieron un llamado urgente al Gobierno Nacional a trabajar conjuntamente por la seguridad en el uso de medicamentos y la aplicación inmediata de la Ley del talento humano en salud.
La petición fue realizada tras registrarse el fallecimiento de una bebé de un año y dos meses en la ciudad de Valledupar, debido a la presunta administración inadecuada y sin fórmula médica, de un medicamento de uso bajo prescripción, en un establecimiento farmacéutico (droguería).
“Como sociedades científicas hemos señalado repetidamente y a través de Derechos de Petición al Ministerio de Salud y Protección Social que, permitir la Dirección Técnica de los establecimientos farmacéuticos a personal que entrega y administra medicamentos, intentando ejercer la profesión farmacéutica de manera empírica, sin una formación idónea y sin la verificación de sus conocimientos, favorece el uso inapropiado de los medicamentos con consecuencias incluso fatales, en lugar de cumplir con lo establecido en las normas sanitarias vigentes en Colombia frente a garantizar la calidad y la seguridad en la atención de los pacientes”, afirmó.
Señalaron que la situación del empirismo en las labores farmacéuticas es un caso inaudito que se presenta en Colombia y que es observado con extrañeza y preocupación por parte de entidades internacionales, como fuente de múltiples problemas en Salud Pública.
Afirmó que adicionalmente, el fenómeno de la autoprescripción en Colombia, documentado en estudios académicos entre ellos uno realizados por la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia, el Observatorio del comportamiento de la Automedicación, Corporación Universitaria Minuto de Dios y la Universidad Cooperativa de Colombia, refleja un problema estructural en la dispensación y recomendación de medicamentos por personal no idóneo, presente en los establecimientos farmacéuticos.
Lo anterior, exponiendo a los pacientes a riesgos innecesarios como errores de medicación, reacciones adversas, interacciones medicamentosas y contribuyendo a fenómenos graves y de interés en salud pública como la resistencia antimicrobiana.
“El lamentable fallecimiento de la bebé en Valledupar, actualmente en investigación, pone en evidencia la necesidad de aplicar urgentemente la norma de eliminación del empirismo en el talento humano en salud establecida por la Ley 1164 de 2007 (con un plazo de verificación de cumplimiento de 3 años), particularmente en la Dirección técnica y ejercicio de oficio en los establecimientos farmacéuticos y de revisar el modelo de operación de los establecimientos que dispensan y en algunos casos administran medicamentos, amparado por un marco normativo y de monitorización”, manifestó.
Las organizaciones médicas y de salud solicitaron acciones prioritarias como la implementación urgente del Artículo 23 de la Ley 2386 y otras normativas relacionadas por parte del Ministerio de Salud y Protección Social, el Invima y las Entidades Territoriales de Salud, instancias que deben desarrollar estrategias efectivas para garantizar el uso seguro y adecuado de medicamentos en todas las etapas de la atención en salud.
También solicitaron el cumplimiento de la Ley 1164 de 2007, exigiendo que se detenga la expedición de la credencial de expendedor de drogas por parte de los entes territoriales en salud, es urgente que se cumpla la Ley que prohíbe el empirismo del Talento Humano en Salud y se detenga la expedición de este documento.
“Es indispensable un modelo basado en personal profesional acreditado, asegurando la profesionalización progresiva de quienes tienen el derecho previamente adquirido, tal como lo hemos propuesto previamente en los respectivos derechos de petición. Es urgente el fortalecimiento de las acciones de inspección, vigilancia y control: Instamos a las autoridades a reforzar los controles sobre los establecimientos farmacéuticos, garantizando el cumplimiento de los estándares legales y operativos para proteger a los pacientes”, explicó.
Dijo que es importante continuar los esfuerzos en la articulación y armonización regulatoria entorno a las actividades de IVC, a cargo de los diferentes entes regulatorios como, Ministerio de Salud, Invima, secretarías departamentales y Municipales de Salud, con el fin de lograr un impacto transversal y articulado entre todos los responsables del uso seguro de medicamentos en nuestro país, en pro de los pacientes y la comunidad.
“Se debe realizar la Implementación de un modelo de farmacia comunitaria, que fortalezca la atención primaria en salud mediante la participación de los farmacéuticos como agentes clave en la promoción del uso seguro y racional de medicamentos. Este modelo incluye el manejo tecnificado de medicamentos, ofertas de servicios de atención sanitaria alineados con los objetivos de salud pública, la educación continua a los pacientes sobre los riesgos asociados al uso incorrecto de medicamentos, el seguimiento farmacoterapéutico individualizado y la detección temprana de problemas relacionados con la medicación, entre otras múltiples actividades que propendan por el uso seguro de los medicamentos”, añadió.
Recalcaron que la alfabetización sanitaria y educación sobre automedicación, autoprescripción y disposición de medicamentos. «Urgimos promover campañas de sensibilización sobre los riesgos de la autoprescripción, o la prescripción por personal no autorizado, especialmente en poblaciones vulnerables, y sobre la adecuada disposición de productos farmacéuticos para prevenir daños medioambientales, así como riesgo de uso de medicamentos vencidos o desviación hacia canales ilícitos», sostuvo.
“Fomentar la importancia de acudir al sistema de salud y al personal de salud idóneo, ante cualquier duda sobre el uso de medicamentos. Consultar en establecimientos no acreditados para tal fin o con personal no calificado puede incrementar los riesgos asociados a la autoprescripción y el uso inadecuado de medicamentos”, puntualizó.
El documento fue firmado por las organizaciones como la International Society of Pharmacovigilance – ISoP, Asociación Colombiana de Farmacovigilancia -ACFV, Asociación de Toxicología, Clínica Colombiana -ATCC, Junta Directiva Nacional Colegio Nacional de Químicos, Farmacéuticos de Colombia – CNQFC, Asociación Colombiana de Salud Pública, Asociación Colombiana de Farmacología – ACF.
También por la Sala Especializada Nacional en Farmacia Comunitaria CNQFC, Asociación Colombiana de Farmacología Clínica (Acofacli), Asociación Colombiana de Infectología (Acin), Asociación Colombiana de Inmunología -(Acoi), Centro de pensamiento Medicamentos, Información y Poder Universidad Nacional.
Además de la Asociación Colombiana de Programas de Farmacia, Observatorio del Comportamiento de Automedicación-Universidad del Rosario, Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional (Cimun) y el Observatorio de Salud Pública y Epidemiología-Universidad de Los Andes.
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