En una entrevista concedida a La FM de RCN, Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, expuso las medidas que su administración ha adoptado para enfrentar la migración ilegal y sus impactos en la ciudad. Destacó tanto las inversiones significativas en atención a familias migrantes como las acciones contundentes contra quienes llegan a delinquir.
«Tenemos una política migratoria muy radical. Bucaramanga tiene una oferta muy amplia para quienes quieren trabajar o estudiar, pero también tenemos una acción contundente para quienes llegan a la ciudad a delinquir. En Bucaramanga, hay 9.500 niños de familias migrantes que estudian en colegios públicos, y también hay familias migrantes que son atendidos en el sistema de salud», afirmó el mandatario.
Sin embargo, Beltrán fue enfático en señalar que no tolerará la delincuencia vinculada a la migración. “Es complejo gobernar cuando hay personas con 22 anotaciones que llegan a la ciudad. Algunas de ellas relacionadas con orden público, porte ilegal de armas y estupefacientes. Si esto sucede, estos migrantes son deportados a Venezuela”.
El alcalde reveló que estas deportaciones han generado tensiones, particularmente con el gobernador de La Guajira, debido al envío de personas a la frontera en Paraguachón: “Si permitimos que en Bucaramanga haya personas que solamente se dedican a delinquir, se genera una idea de que no pasa nada en la ciudad”, añadió.
La lucha contra el crimen organizado
Beltrán también habló de los esfuerzos para combatir estructuras criminales como el Tren de Aragua y el Clan del Golfo, que han convertido a Bucaramanga en un punto estratégico para el narcotráfico.
“Capturamos a la segunda persona al mando del Tren de Aragua en la región de Los Santos, cerca del área metropolitana de Bucaramanga. Esto muestra cómo estas estructuras operan junto con delincuentes locales, generando hechos que antes no se habían visto en el país”, aseguró.
Un llamado a la política nacional
El alcalde insistió en la necesidad de una política migratoria nacional que apoye los esfuerzos locales: «Debe haber una política nacional frente a los migrantes porque, por ejemplo, Estados Unidos ha tenido que agudizar sus políticas migratorias porque la situación se salió de control. Mientras uno ceda un milímetro a la delincuencia, se genera un factor de reincidencia», indicó.
Finalmente, Beltrán destacó que su administración ha tomado medidas como la prohibición del consumo de drogas en los parques, pero señaló que las visiones del Gobierno nacional y los gobiernos locales no siempre están alineadas: «Siempre existe una pelea entre la visión de los gobiernos territoriales y la que tiene el Gobierno nacional», señaló.
El mandatario concluyó enfatizando la importancia de mantener la percepción de seguridad en la ciudadanía, especialmente en la lucha contra delincuentes de alto perfil como alias Pichi. “Debemos minimizar cualquier impacto que estas estructuras puedan generar. Esa es una batalla constante que nosotros debemos tener para generar la percepción final de seguridad de cara al ciudadano», precisó.