Diario del Cesar
Defiende la región

Las escandalosas declaraciones del interventor que duró 43 días en Air-e

16

A conocedores del sector energético les sorprendieron las salidas de Carlos Diago como interventor de la distribuidora Air-e, y de Dagoberto Quiroga como superintendente de Servicios Públicos. Ambos dejaron sus cargos casi al tiempo y el hecho elevó las dudas sobre la compañía, que atiende 1,17 millones de usuarios en el Atlántico, Magdalena y La Guajira.

Diago duró 43 días como interventor, se fue a finales de octubre y fue reemplazado por Edwin Palma, un hombre cercano al presidente Gustavo Petro. Pero ese corto período fue suficiente para advertir varias irregularidades.

En esta entrevista con EL COLOMBIANO, Diago habla de todo y sin tapujos. Cree que en Air-e se filtró la intervención del Gobierno días antes y, además, que el ataque cibernético sufrido a inicios de septiembre pudo fraguarse desde adentro.

El experimentado ingeniero recordó que intervino a la empresa casi a ciegas el 18 de septiembre, y plantea su malestar porque –a su juicio– el Gobierno quiere recuperarla para devolvérsela al empresario Alberto Ríos, lo que la sentenciaría a la liquidación.

*¿Cómo llega a a ser interventor de Air-e?*

“El entonces superintendente Dagoberto Quiroga revisó mi hoja de vida y me contrató. Él me dijo que el presidente Gustavo Petro quería intervenir a Air-e. Luego de la entrevista el presidente le delegó mi designación, porque en ese momento él estaba atendiendo el paro camionero.

Luego empezaron a pasar cosas curiosas. Lo primero es que anunciaron que los sistemas informáticos de Air-e habían sido hackeados. Y el otro asunto es que el empresario Alberto Ríos, accionista mayoritario, dijo que no estaban en condiciones de atender la prestación del servicio.

La intervención se postergó unos días porque entonces había un partido en Barranquilla de interés nacional (Colombia – Argentina) y me parece que eso dio pie para que la toma de posesión no fuera sorpresa. Eso es importante, porque esas intervenciones siempre son sorpresa, a efectos de que no haya ocultamiento de información ni saboteos eléctricos, por ejemplo”.

*¿Y qué encuentra al llegar?*

“Tomé posesión acompañado de la dependencia de empresas intervenidas de la Superservicios y se hizo el relevo de Santiago Posso Marmolejo (entonces gerente general), quien entregó un informe, pero más que todo descriptivo y sin recomendaciones de fondo.

Encontramos cosas irregulares a mi modo de ver. Por ejemplo, varias direcciones, como la de tecnología, el centro de gestión de la medida y personal no estaban en Barranquilla, sino en Pereira, en un piso del edificio de la Empresa de Energía de Pereira. Bastante curiosa la cosa. Además, la dirección de tecnología tenía que velar porque no hubiese un ataque informático”.

*¿Cómo fue ese ataque informático?*

“Fue unos días antes de la intervención y dejó a Air-e sin sistema comercial, ni financiero, ni de control operativo, prácticamente sin ningún sistema. O sea, entramos con la venda puesta, sin ningún tipo de información.

Ese hackeo provino internamente, y yo, junto con un equipo de Dagoberto (Quiroga), había incorporado al presidente del capítulo Atlántico de la Asociación de Ingenieros, y a un auditor de sistemas en el área de control interno. Estábamos cerca de encontrar a los autores materiales del hackeo y luego a los autores intelectuales, pero ese personal fue retirado.

Parece que el pecado del doctor Dagoberto y mío fue hacer nuestro trabajo en defensa de los usuarios, creo que había unos intereses empresariales en lo que tocamos. El exsuperintendente me dijo incluso que él prefería que lo cambiaran a él antes que a mí”.

*¿Qué otra cosa rara vio?*

“La otra irregularidad es que había una dirección administrativa y financiera, a cargo de Tatiana Calderón. Por lo que me dijeron, ella era la directora ejecutiva de una de las empresas de Alberto Ríos, que se llama Latin American Corp, que posee el 75% de Air-e, mientras el otro 25% está en cabeza de la Empresa de Energía de Pereira, firma en la que, a su vez, Alberto Ríos tiene la mitad de la participación accionaria. Calderón estaba en Bogotá y toda la información financiera y administrativa confluía hacia ella.

Yo nunca conocí un informe diagnóstico de la Superservicios, por tanto iba a ciegas manejando esa empresa. Luego se logró una facturación precaria y se encontró todo eso lleno de deudas. Considero que tuve buen acompañamiento hasta que se filtró la renuncia de Dagoberto (Quiroga), que había sido protocolaria, pero al filtrarse casi que fue presionado a hacerlo”.

*Dicen que parte de su salida de Air-e fue por órdenes de Bogotá que no le gustaron…*

“Hubo algo que quizá molesto y fue el hecho de que, como Air-e le sirve de recaudadora de tasas impositivas e impuestos que son obligatorios en la factura de energía a la Alcaldía de Barranquilla y a la Gobernación del Atlántico, entonces esto contrario a los mandatarios locales y emprendieron una campaña contra mí. Yo pensé que ellos querían recuperar la empresa, pero me di cuenta que no, que el interés mayor es el cobro de una tasa de seguridad y un impuesto de alumbrado público. A ellos Alberto Ríos les pagaba religiosamente el recaudo. Pero ese no era mi asunto, yo les di todo el mes de octubre para buscar otro medio de recaudo, nunca hice nada distinto a cumplir la Constitución.

Otra situación irregular es que se recaudaba para algunos municipios un servicio de aseo, prestado por una empresa que se llama Interaseo, de William Vélez. Ellos tienen una facultad que se llama el cobro coactivo, pero de manera insconstitucional lo cobran con el servicio de energía, que está constitucionalmente protegido.

Además, el presidente Gustavo Petro se comprometió el 7 de mayo a que la Nación asumiría el costo de la opción tarifaria, yo replique ese compromiso y lo extendí hasta enero y rebaje el pago de $275 a $12, eso provocó una rebaja tarifaria que se sintió en los estratos medios principalmente.

Con la dirección de intervenidas teníamos un plan hasta marzo, pero el 25 de octubre, con el cambio de Superservicios, anunciaron de inmediato al nuevo agente interventor, que se llama Edwin Palma. Ese cambio fue celebrado por el gobernador (del Atlántico). Creo que los impuestos y tasas se los van a seguir cobrando a la gente”.

*En términos operativos, ¿qué le llamó la atención?*

“Me encontré otra situación y es que hacían racionamientos disfrazados de mantenimientos para dejar de comprar energía en bolsa. Eso es una falta de ética profesional e involucra a Santiago Posso, como a César Montoya, que era el director de gestión de red, y a la gerente de mantenimiento, que era Beatriz Quintero.

Toda esas circunstancias que hallé las dejaré cocinadas en un informe, porque han tratado de involucrarme y decir que yo dejé la empresa mal o que tuve que ver con el hackeo o la demora en la facturación. Además, nunca hubo respaldo de parte del Ministerio de Hacienda para nutrir el fondo empresarial para dar las garantías de compra de energía”.

*Usted ha dicho que el objetivo es llevar a la liquidación a Air-e y devolvérsela a Alberto Ríos.*

“Sí, porque nunca han hablado de capitalizarla. Simplemente se gestiona y después se le devuelve, porque si no cambia la participación accionaria, esa empresa retorna a su dueño. Entonces el dinero que ingrese a la recuperación de Air-e, si proviene de la Nación, debería ser sujeto de control por parte de la Contraloría General de la República. Está por verse cómo se manejará esa plata

También debo decir que fui a Bogotá a rendir un informe a la Superservicios, y luego, cuando quise regresar, no me dejaron entrar. En su momento vinculé un nuevo director administrativo, un nuevo financiero, un nuevo jefe de oficina, uno de mantenimiento, uno de regulación y ya a todos los sacaron. Parece que no quieren que se siga escarbando. Preocupa que haya un efecto dominó y todo el sector colapse”.

/ElColombiano