Desde el pasado 1 de octubre, EPS Sanitas puso en marcha una serie de cambios en la distribución de medicamentos que afectan a más de un millón de afiliados.
La medida más destacada fue la sustitución de Cruz Verde, que dejó de ser el operador principal en varias regiones del país, siendo reemplazada por nuevos gestores farmacéuticos como Pharmasan. Esta decisión tenía como objetivo mejorar el acceso a medicamentos, pero a solo 15 días de su implementación, los pacientes han empezado a denunciar fallos en el modelo, especialmente en los departamentos de La Guajira, Cesar, Norte de Santander y Córdoba.
El interventor de EPS Sanitas, Dubert Vargas Rojas, habló en exclusiva para aclarar la situación y las medidas que la entidad está tomando frente a las quejas de los usuarios.
Vargas explicó que la decisión de diversificar los gestores farmacéuticos no fue tomada de manera unilateral, sino en consenso con Cruz Verde, y respondió a debilidades identificadas en la distribución en poblaciones dispersas como Norte de Santander, La Guajira, Nariño y otras regiones. Sin embargo, subrayó que Cruz Verde sigue siendo un aliado estratégico, aunque su operación no cubre todas las necesidades del servicio.
“Primero quiero aclarar que Cruz Verde tiene dos unidades de negocio: la venta directa al público y los dispensarios para nuestros afiliados. En muchos casos, sus puntos de venta al público no dispensaban medicamentos para Sanitas. Por ejemplo, en Cúcuta, solo había un punto de dispensación para toda nuestra población afiliada”, señaló el interventor.
Una de las razones que motivó el cambio, según Vargas, fue el creciente número de quejas por parte de los afiliados en relación con la entrega de medicamentos. “En 2022, recibíamos en promedio 6.000 quejas mensuales. Sin embargo, en 2023, la cifra aumentó drásticamente cuando Cruz Verde, de manera unilateral, nos informó que no podía seguir garantizando el suministro de ciertos medicamentos. Esto elevó las quejas a más de 15.000 mensuales y en 2024, antes de la intervención, las quejas alcanzaban un promedio de 18.000 al mes”, explicó Vargas.
Para septiembre, justo antes de la implementación del nuevo modelo, las quejas habían superado las 21.000, de las cuales el 95% estaban relacionadas con problemas de inoportunidad o entregas parciales de medicamentos. “Nos vimos obligados a tomar medidas radicales”, afirmó el interventor.
A pesar del esfuerzo por mejorar el servicio, los problemas no han cesado. Usuarios de Norte de Santander, Cesar, La Guajira y Córdoba han denunciado dificultades en el acceso a medicamentos, incluso bajo el nuevo modelo. En respuesta, Vargas reconoció que era consciente de los posibles “traumatismos” que el cambio podría generar y que actualmente están en proceso de realizar auditorías y recorridos en las zonas afectadas.
“Hoy estamos haciendo seguimiento en 15 departamentos y tenemos alertas en cuatro de ellos. En esos lugares hemos iniciado visitas para validar el plan de implementación de los nuevos gestores y tomar decisiones que garanticen que no se vulneren los derechos de nuestros afiliados”, informó Vargas.
El interventor señaló que ya han iniciado recorridos en Valledupar, Riohacha y Fonseca, y que próximamente estarán en Cúcuta para reunirse con los gestores farmacéuticos y evaluar el cumplimiento del plan de mejoras acordado.
Sanitas sigue en el ojo del huracán, mientras miles de afiliados esperan que el nuevo modelo finalmente cumpla con su promesa de garantizar un acceso más eficiente a los medicamentos.
/WRadio