El presidente de Argentina, Javier Milei, vetó la ley de financiamiento a las universidades públicas, pese a marchas masivas en la capital y otras ciudades del país. La decisión había sido adelantada por Milei mucho antes de que el Congreso diera su aprobación definitiva. El mandatario justificó su rechazo argumentando que la iniciativa atentaba contra el déficit cero, uno de los pilares fundamentales de su plan de gobierno. Según el presidente, la medida no contemplaba una fuente clara de financiamiento y podría comprometer gravemente las finanzas públicas de la Nación.
La ley sancionada proponía ajustar el presupuesto universitario según la inflación con retroactividad al 1 de diciembre del año anterior. Además, preveía la actualización mensual de los fondos destinados a las 60 universidades públicas del país, un mecanismo que, según los autores del proyecto, garantizaría una mayor estabilidad financiera para las casas de estudio y permitiría una correcta planificación académica y administrativa. Sin embargo, desde el oficialismo argumentan que carecía de previsión presupuestaria , lo que podría generar un gasto excesivo e incontrolado en medio de un contexto económico delicado.
Apenas unas horas después de la aprobación de la ley por parte del Congreso, Milei anunció públicamente su veto total a través de la red social X (anteriormente Twitter), reiterando que el proyecto iba en contra de su meta de equilibrio fiscal. La administración de La Libertad Avanza defendió su postura, afirmando que el aumento del presupuesto universitario implicaría un gasto innecesario en un país que necesita reducir el déficit y estabilizar sus cuentas públicas.
El contexto político se vio marcado por una marcha masiva que tuvo lugar el miércoles en todo el país, en la que participaron organizaciones estudiantiles, sindicales y sociales , exigiendo la promulgación de la ley y una recomposición salarial para los trabajadores universitarios. Esta movilización, que se convirtió en un símbolo del descontento popular hacia la gestión de Milei, fue descalificada por el Gobierno como una «manifestación política» organizada por la oposición para desgastar al Ejecutivo .
A través de un comunicado oficial, la Casa Rosada calificó la ley vetada como un «proyecto irresponsable» que solo buscaba **aumentar el gasto púbaumentar el gasto público sin»convergencia pública»yoCristina Kirchner, Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió , cuyo objetivo sería bloquear el plan económico del presidente y defender los «privilegios de la clase política» .
En sus argumentos, el Ejecutivo subrayó que cumplir con la ley sancionada por el Congreso pondría en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas, ya que no se había determinado de dónde se obtendrían los recursos necesarios para su implementación. Según el texto del veto, el Gobierno tiene la responsabilidad de equilibrar las cuentas fiscales , lo que implica tomar decisiones austeras para proteger los escasos recursos disponibles y asegurar un crecimiento económico sostenible.
El debate en torno a este veto no solo tiene un componente económico, sino también político. Desde el oficialismo se ha señalado que existe una estrategia opositora para frenar las reformas económicas que Milei intenta implementar. En este sentido, el comunicado presidencial sostiene que el veto es una respuesta a las políticas populistas de la oposición, que buscan comprometer la estabilidad del país en favor de los intereses sectoriales.
La Casa Rosada también recordó que la economía tiene reglas claras , y una de ellas es que «no se puede gastar más de lo que se ingresa». Bajo este enfoque, el Ejecutivo reafirma su compromiso de no realizar gastos extraordinarios que comprometan el futuro del país, y defiende que cualquier política de crecimiento debe basarse en un manejo responsable de los recursos.
Sin embargo, la oposición no se ha quedado callada ante este nuevo veto. Desde diferentes sectores políticos se ha criticado duramente la decisión de Milei, acusando al gobierno de desatender las necesidades de la educación pública . Varios legisladores opositores han anunciado su intención de revertir el veto en el Congreso , para lo cual necesitan reunir una mayoría de dos tercios, un escenario que, si bien difícil, no es imposible. En este contexto, el oficialismo, liderado en la Cámara Baja por Martín Menem , se encuentra trabajando para asegurar los votos necesarios que mantengan en pie la decisión presidencial.
El gobierno de Milei ha buscado estirar lo más posible los tiempos para vetar la ley, esperando que la movilización social pierda fuerza con el paso de los días. No obstante, la situación continúa tensa, y la relación entre el Ejecutivo y las universidades se ha visto profundamente afectada. El financiamiento de las instituciones públicas sigue siendo un tema de debate crucial en el país, en un contexto de alta inflación y restricciones presupuestarias.
/LaFM