El fútbol colombiano se ha convertido en noticia en los últimos días, no por razones deportivas. El comportamiento de algunos hinchas atacando al canal oficial, vandalizando carros y enfrentándose en las graderías han empañado la fiesta en los estadios.
En la noche de este jueves el partido entre Atlético Nacional y Atlético Junior no pudo culminar debido a los enfrentamientos que se presentaron entre las dos barras en la tribuna norte del Atanasio Girardot.
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Luego de que al minuto 53 el jugador verdolaga Marino Hinestroza anotara el segundo gol que le daba el triunfo parcial al cuadro antioqueño, el caos se desató en las graderías. El robo de un trapo (bandera) y el de un bombo serían al parecer los detonantes de unos vergonzosos hechos que dejaron 21 heridos.
Dentro de ese grupo de lesionados, algunos son por arma blanca y otros por caídas sufridas desde partes altas de la gradería, pues algunos aficionados fueron lanzados desde el segundo hasta el primer piso de las plateas.
En los videos se observa cómo los responsables de estos actos cruzaron hasta otras tribunas en donde familias con niños y adultos mayores terminaron afectados, inclusive, de acuerdo con la transmisión oficial, le tocó a los jugadores del Junior subir a las graderías a proteger a sus familiares.
Sin embargo, este no ha sido el único hecho para lamentar en el fútbol colombiano en los últimos días, lastimosamente otro de ellos también involucró al cuadro de Barranquilla.
En la noche del domingo, 22 de septiembre, en el estadio Metropolitano, se llevó a cabo el partido entre Junior y Águilas Doradas de Sincelejo.
Dicho encuentro terminó con un marcador de 3-4 a favor de los de Sucre, algo que provocó molestia en los hinchas locales, quienes en medio de demostraciones de furia lanzaron vallas al parqueadero del recinto deportivo, averiando varios autos, entre ellos el del delantero del equipo, Carlos Bacca.
Lastimosamente, el mal comportamiento en los estadios no solo ha afectado a los mismos aficionados y jugadores, la prensa tampoco ha salido bien librada de estos hechos vandálicos.
En el partido entre Deportivo Cali y La Equidad, Win Sports, canal dueño de los derechos televisivos del Fútbol Profesional Colombiano, no pudo terminar la transmisión del partido.
De acuerdo al relato de varios periodistas, los aficionados del Cali se molestaron por una decisión del VAR y confundieron la señal de este video asistente con la televisiva, por lo que intentaron cortar un cable que supuestamente generaba la señal para el videoarbitraje.
“Lamentablemente personas inescrupulosas, ingresaron de manera violenta al lugar donde se ubicaba nuestra móvil y afectaron el desarrollo normal de nuestra transmisión. Por tal razón tuvimos que detener nuestra programación a partir del minuto 70 de juego”, dijo Win Sports a través de un comunicado.
En Colombia, para tener el control de este tipo de comportamientos en los estadios se estableció el Estatuto del Aficionado al Fútbol, en este se dictan disposiciones para que clubes, propietarios de los escenarios y autoridades garanticen la seguridad para los asistentes en estos eventos deportivos, además de establecer sanciones ligadas al Código de Policía.
/ElColombiano