El presidente, Gustavo Petro, se enfrascó ayer sábado en una discusión sobre antisemitismo con la embajadora estadounidense Deborah Lipstadt, enviada especial para el Monitoreo y Combate del Antisemitismo, a quien le pidió respeto de sus opiniones, al tiempo que reiteró sus críticas al presidente israelí, Benjamín Netanyahu.
«La continua retórica del presidente colombiano @petrogustavo normaliza el antisemitismo. No podemos aceptar esto. No podemos tolerar esto. Debemos condenar estas narrativas dañinas», afirmó Lipstadt en un mensaje en su cuenta en X, que fue replicado hoy por la Embajada estadounidense en Bogotá.
Este sábado, Petro respondió que no era «antisemita» ni «antijudío», al sostener que «los palestinos son semitas de acuerdo a la biblia, dado que la palabra semita designa a los descendientes de Sem y su lengua» y al señalar que lo «antisemita» es «matar niños y niñas arrojando bombas en Gaza y no oponerse a ello».
«Lo más antisemita que hay hoy es repetir el holocausto de Hitler sobre la humanidad y en especial sobre el pueblo palestino», disparó el mandatario, quien ha mantenido un posición crítica a la respuesta militar de Tel Aviv a los ataques de octubre del año pasado lanzados por el grupo extremista Hamás.
«Yo no soy antisemita, no confunda y respete. No soy antijudío, creo en la libertad de cultos y si hubiera nacido en esa época hubiera dado mi vida en la resistencia armada contra los nazis. Pero creo en la libertad que genera el derecho internacional, el que se construyó ante la derrota de Hitler por norteamericanos y soviéticos y por todos los pueblos del mundo: la humanidad», afirmó el mandatario.
Petro fue más allá al sostener que el gobierno de Netanyahu, de quien dijo es «reo ausente de la justicia internacional», «no es el semitismo, es el nazismo».
“Señora embajadora, los palestinos son semitas de acuerdo con la Biblia, dado que la palabra ‘semita’ designa a los descendientes de Sem y su lengua”, afirmó el mandatario.
CONTRA TRUMP
El presidente Gustavo Petro, desde Chicago (Estados Unidos), se fue lanza en ristre contra el candidato republicano, Donald Trump. El mandatario colombiano lo cuestionó por los ‘fake news’ que ha difundido durante los debates presidenciales, en los que ha llegado a decir que los migrantes haitianos se comen a las mascotas de Springfield, Ohio.
En un aparte de la conferencia que dio en Chicago sobre el cambio climático, este indicó que se pronunciaría sobre un asunto interno de los Estados Unidos para sentar una voz de protesta contra los pronunciamientos del contrario a Kamala Harris. Aseveró que no lo hacía a nombre de Colombia sino del «pueblo latinoamericano».
A renglón seguido, recordó que el bulo sobre los haitianos comiendo animales de compañía nació de un acto racista en el que se relacionó a un migrante con la escena de un perro muerto y se creó la falsa historia de que este se lo había comido. «Es aprovechado por un candidato, y tengo que expresar mi molestia y protesta contra el candidato Trump porque lo irradia masivamente bajo la etiqueta de que los haitianos se están comiendo los animales domésticos de los ciudadanos norteamericanos», expresó el mandatario colombiano.
Luego recordó que ese tipo de acciones de campaña pueden tener como consecuencia violencia de tipo racista contra los migrantes haitianos. «Yo tengo que levantar mi voz de protesta: eso no se hace», dijo Gustavo Petro.
«No se hace por diversas razones», agregó el mandatario colombiano, que catalogó como un acto terrorista lo hecho por Donald Trump. «No se puede provocar el odio dentro de una sociedad a partir de la discriminación racial (…) eso era exactamente lo que hacía Hitler con el pueblo judío y las posiciones políticas progresistas en Europa».
Gustavo Petro, como este mismo lo reconoció, rompió el principio de no inmiscuirse en política interna de los Estados Unidos y apostarle a la agenda bipartidista. Esto también ocurrió durante el gobierno Duque, cuando figuras del Centro Democrático se movieron a favor del entonces presidente Trump. Esto causó que el exmandatario colombiano no tuviera el mejor recibimiento durante la gestión de Joe Biden.