En Georgia, un trágico tiroteo escolar ha conmocionado a la comunidad local, dejando un saldo de cuatro muertos y varios heridos. El autor del ataque, un adolescente de 14 años, ha sido acusado como adulto por su implicación en el tiroteo, en el cual perdieron la vida dos estudiantes y dos profesores y su padre fue arrestado y enfrentará cargos por homicidio en segundo grado.
De acuerdo con las leyes estatales de Georgia, los fiscales tienen la facultad de acusar a menores de 13 años o más como adultos si cometen ciertos delitos graves. Esto implica que el adolescente enfrentará cargos más severos que si fuera juzgado en el sistema juvenil. Fuentes policiales han confirmado a la CBS News, que las autoridades están investigando si Colin Gray, padre del menor, le compró el arma estilo AR que utilizó en el tiroteo como regalo en diciembre de 2023. Se cree que los cargos que enfrenta el padre del joven son los más graves que se han presentado contra un progenitor en un caso de esta naturaleza.
Además de los cargos contra el menor, el FBI había emitido una alerta en mayo de 2023, advirtiendo a la policía local sobre amenazas en línea que hacían referencia a un posible tiroteo en una escuela. Estas amenazas estaban asociadas a una dirección de correo electrónico vinculada al sospechoso. En ese momento, un agente del sheriff entrevistó al adolescente, que entonces tenía 13 años, y a su padre. Según el FBI, durante esa entrevista el padre aseguró que, aunque tenía armas en la casa, su hijo no tenía acceso a ellas sin supervisión.
El informe policial revelado el jueves detalla la entrevista realizada el año anterior con el joven y su padre. Durante la conversación, el adolescente se describió como «reservado» y «tranquilo» y negó haber realizado cualquier tipo de amenaza contra la escuela. Afirmó haber eliminado su cuenta en Discord, la plataforma de redes sociales donde se publicaron las amenazas, argumentando que había sido hackeada repetidamente.
Las amenazas, realizadas bajo un nombre de perfil en ruso, estaban vinculadas al apellido del atacante que perpetró la masacre en la Escuela Primaria Sandy Hook, en Connecticut, en 2012, donde murieron 26 personas. Los investigadores creen que las imágenes de armas publicadas en la plataforma podrían haber sido una señal temprana de lo que el adolescente planeaba.
Según las autoridades, el joven tenía una relación estrecha con su padre, con quien solía cazar. El padre también admitió haber fotografiado a su hijo con sangre de ciervo en las mejillas durante una cacería, un detalle que ha generado controversia sobre la normalización del uso de armas en su entorno familiar. Por otro lado, los registros policiales muestran que los padres del adolescente estaban en proceso de divorcio, lo que podría haber contribuido a su inestabilidad emocional.
El abuelo materno del joven, Charlie Polhamus, manifestó su dolor por lo sucedido en una entrevista con el New York Times. «Entiendo que mi nieto hizo algo horrendo, no hay duda al respecto y va a pagar el precio por ello», afirmó. «Mi nieto hizo lo que hizo por el entorno en el que vivía», añadió, culpando parcialmente a la separación tumultuosa entre los padres del joven.
El ataque ocurrió durante una clase de álgebra el miércoles por la mañana. Testigos reportaron que el adolescente abandonó el aula y, al regresar, intentó reingresar. Algunos estudiantes, al notar que llevaba un arma, retrocedieron de inmediato. Instantes después, se escucharon entre 10 y 15 disparos, según informaron las autoridades. Dos agentes de policía asignados a la escuela lograron detener al agresor, quien se entregó sin ofrecer resistencia.
El sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, ofreció una conferencia de prensa el jueves, asegurando que se espera que los nueve heridos se recuperen por completo. Entre las víctimas mortales se encuentran los estudiantes Mason Schermerhorn y Christian Angulo, ambos de 14 años, así como los profesores Richard Aspinwall, de 39, y Christina Irimie, de 53.
Este no es el primer caso en el que los padres de un tirador escolar enfrentan cargos por su participación en los hechos. En abril de 2023, los padres de un adolescente de Michigan fueron condenados por homicidio tras comprarle el arma utilizada en un ataque que resultó en la muerte de cuatro estudiantes.
/LaFM