Diario del Cesar
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 “Intentaron atracarme y luego mataron a mi papá”

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En medio de una audiencia que se realizó ayer a doble jornada, ante el Juzgado Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento se realizó la primera etapa del juicio oral que se adelanta en contra de dos hombres señalados como los presuntos asesinos de un vendedor de pizzas, ultimado en esta ciudad en medio de un intento de hurto.

Los incriminados son José Jaime Brito Moreno y Eduardo Luis Villero del Toro, quienes son acusados por la Fiscalía 7 Seccional adscrita a la unidad de vida, por su presunta comisión del delito de homicidio agravado y porte ilegal de armas, por causa de la muerte de Arturo José Castillo Nobles, de 50 años, quien fue baleado cuanto intentó evitar que le hurtaran la motocicleta a su hijo en hechos que se registraron el 18 de septiembre de 2014 en la diagonal 21 con transversal 27 del barrio 7 de Agosto.

En medio de la diligencia donde fueron escuchados los testimonios de los testigos del acusador, compareció un perito investigador de la Policía Nacional y otras personas con las que esta pretende demostrar la culpabilidad de los indiciados en el hecho. Precisamente fue el hijo del occiso quien relató de manera detallada los hechos que presuntamente protagonizaron los hoy imputados.

ASÍ LO CONTÓ

La teoría de la Fiscalía señala que Castillo Nobles falleció cuando defendía a su hijo de 17 años, de ladrones que intentaban robarle su motocicleta Best, en hechos que se registraron en la diagonal 21 con transversal 27 del barrio 7 de Agosto.

Según el relato del joven que hoy tiene 22 años, cuando su padre intentó coger una piedra para lanzársela a uno de los dos delincuentes que intimidaba al joven, fue impactado por un proyectil que estos le dispararon en el cuello.

Ese día, el adolescente fue a visitar a su novia en ese sector, pero pasados unos minutos fue alcanzado allí por su familia, quienes fueron algo molestos a buscarlo. Sin embargo, cuando él pretendía evadir el regaño que le darían, huyendo en la moto, ocurrió el trágico hecho.

“El parrillero me jaló y los dos nos fuimos al suelo. En pleno forcejeo, mi familia se bajó del vehículo, el parrillero que era Eduardo, sacó un arma y reaccioné pegándole al revólver. Llegó una tercera persona mientras seguía peleando con el delincuente, me pegó por detrás y me dijo que lo soltara. En medio de todo eso, el conductor de la moto, que era José Jaime, agarró el arma, le apuntó a mi familia y mi papá se agachó para coger una piedra y tirársela. Fue ahí cuando accionó el arma y le disparó. Sé que eran ellos porque en el barrio decían que andaban en cosas malas y sus nombres se rumoraban. Incluso la mujer de Eduardo a veces nos planchaba la ropa en la casa”, contó.

La víctima durante sus últimos 30 años de vida laboró como mesero una reconocida pizzería de esta capital.