¿Cuáles fueron las razones del abrazo?
El país aún se pregunta del porqué para la segunda vuelta el ingeniero santandereano no hizo campaña política y le dejó ´servido´ todo a su contrincante.
Luego de combatir en los últimos años contra el cáncer, el ingeniero Rodolfo Hernández murió este lunes en Bucaramanga. Un empresario de la construcción que se convirtió en fenómeno político en su ciudad y luego en toda Colombia, no logró, sin embargo, consolidar lo que en su momento llegó a ser la segunda fuerza electoral del país.
Rodolfo Hernández nació en el municipio de Piedecuesta, durante una época marcada por la violencia política, y fue criado por una familia campesina junto a sus tres hermanos: Humberto, Alfonso y Gabriel.
Según narró en el perfil de su página web, heredó de su padre, Luis Jesús Hernández Rojas, un sentido común arraigado «en la sabiduría de la tierra, más que en la educación universitaria» y de su madre, Cecilia Suárez de Hernández, la capacidad para resolver problemas de manera rápida.
Aunque provenía de una familia humilde, el destino de Hernández tomó un rumbo diferente al decidir ser ingeniero civil, carrera que cursó en la Universidad Nacional y de la que se graduó en 1970.
EMPRESARIO
Al año siguiente fundó la empresa constructora H.G (Hernández Gómez y Cía. Ltda.) junto con otros comerciantes de Zapatoca. Con el paso del tiempo, adquirió todas las acciones con su esposa Socorro Oliveros y sus hijos, y amplió su actividad en la construcción de viviendas de interés social en diversas ciudades.
20 años más tarde y en medio de la crisis de la construcción y la posibilidad de insolvencia para pagar créditos adquiridos con corporaciones de vivienda de la época, creó el método de financiación «Plan 100», por el que todavía se le conoce.
INCURSIÓN EN LA POLÍTICA
Luego de construir una fortuna gracias a su profesión le apostó a la política con una promesa: “su voto conmigo no se pierde y juntos sacaremos los ladrones de Santander”, así que creó su propio partido llamado Liga Anticorrupción.
Tras ganar las elecciones locales, asumió como alcalde de Bucaramanga el 1 de enero de 2016, aunque no pudo culminar su mandato por una inhabilidad, y en 2022 quiso ser Presidente de la República superando, incluso, a la candidatura de Federico Gutiérrez y pasando a segunda vuelta.
Hernández fue la gran novedad en las elecciones de 2022, con su estilo franco y directo, por momentos agresivo. Se convirtió en el candidato marginal de los comicios y alcanzó una alta popularidad por el manejo particular de su campaña en redes sociales, pese a su edad y rompiendo con los estereotipos de los políticos del país.
Al final perdió, según él, por no recibir a politiqueros en su campaña política. O al menos así lo expresó en su cuenta oficial de Instagram, en la que publicó un video explicando que por esa misma razón lo tildaron de «traidor».
“Yo salgo y cinco personas me dicen traidor, todos esos que me dicen eso me gustaría que se metieran a competir en esto, los quiero ver a que se metan de concejal, o Gobernación o presidencia es con una jauría que no tiene límites, yo callado”, dijo.
Aún así, se consolidó como una figura importante, con un 47,31% de los votos frente a un 50,44% que sacó Petro, lo que le dio la oportunidad de ser Senador y la confianza para aspirar a la gobernación de su departamento.
LOS LÍOS JUDICIALES
No obstante, los líos judiciales que enfrentaba y luego la enfermedad, le impidieron retomar su movimiento político con la fuerza que había tenido.
En marzo de este año fue condenado a 64 meses de prisión por delitos de corrupción, por el manejo dado a un contrato para la recolección de basuras cuando fue alcalde de Bucaramanga.
Antes había sido inhabilitado por 10 años por la Procuraduría por participación en política, mientras ejercía como alcalde.
Compungido hasta las lágrimas, Hernández le imploró al juez de su causa que le permitiera cumplir su condena en su lugar de vivienda, al confesar que padecía de un «cáncer terminal» que hoy acabó con su vida.
El pasado 13 de junio, el exalcalde de Bucaramanga fue condenado a 5 años y 3 meses de prisión domiciliaria por el delito de interés indebido en la celebración de contratos, en el marco del escándalo de corrupción conocido como Vitalogic.
Este fallo se suma a las investigaciones que lo vinculaban con la asignación irregular de un millonario contrato para el manejo de basuras en Bucaramanga, en beneficio de su hijo.
Hernández, en su comparecencia ante el Tribunal Superior de Santander, expresó firmemente su confianza en la justicia y la inocencia que afirma sostener en este caso. En palabras del ingeniero: «Se va a apelar el fallo al Tribunal Superior de Santander y, en dado caso, se podría llegar hasta la Corte Suprema».
Rodolfo Hernández se adentró en la política como alcalde de Bucaramanga, cargo que ocupó desde el 1 de enero de 2016 hasta el 17 de septiembre de 2019. Su gestión fue controversial, caracterizada por un enfoque directo y a menudo polémico. Durante su mandato, enfrentó críticas y sanciones, incluyendo una suspensión temporal por un incidente con un concejal. Sin embargo, su estilo lo que lo llevó a convertirse en un candidato popular.
A menudo se le asociaba con un discurso populista, apelando a las emociones de los ciudadanos y presentándose como un «outsider» de la política tradicional.
En el ámbito personal, Hernández enfrentó tragedias, incluida la pérdida de su hija Juliana, quien fue secuestrada y presuntamente asesinada en 2004. Este evento influyó profundamente en su vida y su perspectiva política. /Colprensa