Diario del Cesar
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Amor de mamá, el más sincero en la vida

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Para la señora María Elena Cotes Vives, ser madre es la felicidad más grande que puede tener una mujer, y ella se siente orgullosa de la familia que ha conformado con su esposo, hijos y nietos.

El amor de mamá es el más sincero que hay en la vida, sin embargo, tenemos que admitir que el amor que nos brindan nuestras abuelas no se queda atrás, son seres de luz que aman y cuidan a sus nietos como los preciados tesoros de su corazón.

Y generalmente lo que mamá considera rutinario con sus hijos para las abuelas es un regalo maravilloso y una oportunidad más que les concede la vida para volver a experimentar la felicidad de cuidar a un nuevo ser, que esta vez ha sido creado por las personas que más ama: sus propios hijos.

El amor de la madre estará presente en todos los momentos de la vida de los hijos y mientras más la necesitan, más fuerte e intenso se hace este amor. Es capaz de traspasar su propio cansancio, de superar desvelos, enfermedades, angustias y muchas otras situaciones por el bienestar y educación de sus hijos.

El rol de toda madre es educar con amor, un amor que permite la objetividad para enseñar a los hijos lo que está bien y lo que no es correcto, sin sobreprotecciones ni mala crianza, por un mundo mejor.

La anterior reflexión se identifica mucho con la administradora de empresas María Elena Cotes Vives, quien conformó un agradable y cálido hogar con su esposo Fernando García Colonna, de su unión nacieron sus tres hijos: María Claudia, Fernando José y Carlos José García Cotes, que la hacen sentir una madre orgullosa.

Como buena mamá siempre destinó tiempo para brindarle amor y protección a sus hijos, y a la vez se encargaba de su emprendimiento familiar, denominado ‘Donde Rita Café’, el cual ahora le heredó su hija María Claudia, pero ella le sigue colaborando.

Para la señora María Elena Cotes, ser madre es la felicidad más grande que puede tener uno como mujer, “el amor hacia los hijos no se compara con nada y si es retribuido con mucha más razón”.

Muchas son las anécdotas que tiene de sus vivencias con sus hijos, pero la que considera muy graciosa, sucedió el día del grado de bachiller de Fernando José, “porque cuando lo nombraron para que recibiera el diploma, todos los compañeros en ese momento tiraron serpentinas y pólvora y me causó risa por lo inédito de la situación”.

UNA ABUELA CONSENTIDORA

María Elena Cotes Vives no solo tiene la dicha de ser madre sino también abuela de cuatro hermosos nietos.

Sus nietas, Elena y Victoria Abello García, hijas de Felipe Abello Pérez y María Claudia García Cotes, la llenan de orgullo.

Al igual, que sus nietos, Julieta y Juan Fernando García Angulo, hijos de Fernando José García Cotes y Luisa Angulo.

“Siempre les digo a mis hijos, las abuelas consentimos y los papás educan, yo los consiento con todo lo que me piden, siempre y cuando se pueda complacer”, manifestó con una gran sonrisa María Elena Cotes.

Con sus hijos y nietos disfruta de encuentros muy familiares, los sábados y domingos hacen planes y salen todos a playa o almuerzan juntos, o los pequeños se divierten en el apartamento de los abuelos.

Su consejo a todas las madres de Colombia es que “eduquen a sus hijos con principios y valores y fundamentalmente darles uno como padres el ejemplo a seguir para que sean personas correctas”.