En la década de los 70 cuando el vallenato apenas comenzaba a despegar comercialmente, apareció un vocalista que hizo pareja musical con Andrés ‘el Turco’ Gil, y quien además era un segunda voz muy apetecida por otros conjuntos, especialmente de los Hermanos Zuleta, de cuya agrupación hizo parte durante varios años.
Se trata de Gabriel Chamorro, quien luego de las mieles del triunfo con otros grupos como Alfredo Gutiérrez y Los Caporales del Magdalena cayó como muchos artistas en desmanes que terminaron minando sus condiciones artísticas.
El paso del tiempo, aparte de que mermaron sus condiciones físicas y artísticas, hizo que surgieran otros coristas con mayor disciplina y esto terminó marginando a Chamorro de la música activa con los grupos de primera línea, y tuvo que refugiarse en las playas de Santa Marta en el llamado plan rebusque.
Estas condiciones deplorables en el aspecto económico, incrementaron su adicción al trago, lo que sumado al trasnocho y la intensidad de las jornadas ayudaron a desmejorar aquella figura impecable que mostraba en las tarimas al comienzo de su carrera, la que resaltaban los llamativos uniformes de los conjuntos de la época a la que perteneció.
En una de esas salidas a ‘matar moña’, un término que utilizan los músicos para denominar los toques que se hacen para rebuscarse la vida, Gabriel ’Peluquín’ Chamorro fue visto por Rodrigo Rodríguez, un estudioso acordeonero que tuvo la oportunidad de ganarse el Grammy en la modalidad Cumbia-Vallenato con Juan Piña en el año 2013.
Este acordeonero logró dimensionar el reducto que quedaba en el alma de ese olvidado colega y lo llamó y convenció para hacer una producción musical; al principio estuvo reacio, sin embargo, después de un largo dialogo lo convenció e hizo con él un par de temas inicialmente, para mostrar que Chamorro aún tiene mucho que dar.
Rodríguez corrió con los gastos y le premió con un incentivo, pero lo más importante fue que logró sacarle una sonrisa a un rostro flagelado por las necesidades y los años. De acuerdo a este buen samaritano, lo que quiere es rescatarlo de esa vida injustamente llevada y permitir que sus últimos años los pase dignamente, ojalá apoyado por ese público que degustó sus condiciones y de estas nuevas generaciones que adquieran sus temas a través de las plataformas digitales, y que esto sirva de ejemplo para que se rescaten a muchos talentos que viven situaciones similares.
Uno de los más contentos por este rescate de ‘Peluquín’ como lo bautizara Alfredo Gutiérrez, fue su excompañero de fórmula, Andrés el Turco Gil, con quien tuvo la oportunidad de grabar éxitos como ‘La Canción del Algodón’, ‘Las Rosas’, ‘La Cachaquita’, Varita de Caña’ entre otros. ‘El Turco’ agradeció a Rodríguez ese gesto, y valoró las tonalidades que aún conserva Chamorro en ese par de temas que se lanzarán como anticipo: ‘El Salto’ y ‘Colombia Borracha’.