La migración del campo a la ciudad ha sido un fenómeno que ha afectado a Colombia desde hace ya varias décadas. La población rural ha migrado a las ciudades por motivos que van desde búsqueda de empleo, estudios, la ilusión de una vida mejor a la vida campesina o por motivos relacionados con el desplazamiento forzado. A esto se suma que alrededor de 4 millones de colombianos han decidido irse del país, y 400.000 de estos están en condición de refugio, es decir que han tenido que huir a causa de persecución política o violencia.
De acuerdo con estimaciones de organizaciones como la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamientos, CODHES, 5.921.924 personas han debido desplazarse a otros municipios o ciudades para proteger su integridad y la de sus familias. Esta situación ubica a Colombia como el segundo país a nivel mundial con mayor número de desplazados internos, superado solo por Siria.
El Registro Único de Población Desplazada, RUPD, estableció que en Colombia 774.494 hogares han sido expulsados de 1.115 municipios y corregimientos departamentales, esto significa que el 7,3% de la población colombiana vive o ha vivido en condición de desplazamiento forzado.
Muchas veces el desplazado ha sido percibido como fuente de criminalidad, de desempleo o de economía informal. El desplazado ha vivido entonces una doble condición de víctima, enfrentando el despojo y la marginalización social, lo que ha generado un enorme desarraigo debido al no retorno a sus lugares de origen.
La población migrante y desplazada en las grandes ciudades del país representa el resquebrajamiento de la memoria, la precariedad social y la ilegalidad política. Actualmente el 98% de la población desplazada vive por debajo del umbral de pobreza, y de estas el 82,6% en pobreza extrema.
El desplazamiento forzado sigue siendo un problema actual en Colombia. El país está en deuda de reconocer y dar solución a uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia de violencia.
Por eso, causa vergüenza las estadísticas que nos indican que Colombia es el segundo país con más desplazados en el mundo (5.9 millones de personas), luego de Siria, según reveló un informe del Consejo Noruego para Refugiados
Según el organismo, en 2018, el país registró al menos 212.000 nuevos desplazamientos, de los cuales 145.000 casos fueron por el conflicto armado interno y 67.000 por los desastres naturales.
El informe señala que los nuevos desplazamientos en Colombia perdieron notoriedad debido a la crisis migratoria en Venezuela. La negativa del gobierno venezolano a reconocer la crisis humanitaria implica que no haya información disponible sobre el desplazamiento interno, pero más de tres millones de personas han huido del país escapando de la crisis económica, la escasez de alimentos, la falta de servicios y el aumento de la delincuencia.
Se estima que Colombia acoge a cerca de un millón de refugiados y migrantes venezolanos, y que alrededor de 500.000 colombianos han regresado. A finales del año pasado, cerca de 5,9 millones de personas estaban viviendo en situación de desplazamiento interno en el país. Y por lo visto, se tratan de cifras conservadoras