Diario del Cesar
Defiende la región

Los fracasos del Gobierno en el Congreso

375

El fracaso de este Gobierno en sus iniciativas frente al Congreso ha sido monumental y catastrófica. La más reciente de las derrotas fue la Reforma Política Ello nos evidencia que estamos frente a un Gobierno Light, engatusando con la llamada ´Economía Naranja´ y convertido en ´encantador de serpientes´.  Un Gobierno que lastimosamente no sabe para dónde va. No tiene brújula y los desatinos son cada vez mayores.

Sin rubor alguno, la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez, quien la mayoría de las veces da la impresión de seguir todavía desorientada en su tarea, dijo que el Gobierno Nacional abandonaba su intención de lograr la aprobación de la Reforma Política y adujo que  era una propuesta desvirtuada por la cantidad de cambios que le colgaron, casi todas dirigidas a mantener y perfeccionar el clientelismo y sus nefastas consecuencias.

En efecto, se sabía que acabar con el voto preferente y crear mecanismos para fortalecer los partidos y controlar la actividad electoral a través de ellos, sería un golpe certero al negocio en el cual se convirtió la representación popular. Como también estaba claro el interés de muchos sectores tradicionales por entregarle al Congreso, es decir a sus integrantes, la facultad de definir el destino del 20% del presupuesto de gastos de la Nación. Es la manera de reemplazar la mermelada de antes y de eliminar de un tajo la intermediación del Ejecutivo, así ello significara desquiciar el manejo de la Hacienda Pública. Por ello su hundimiento lo que  significa un nuevo y estruendoso fracaso en el intento por cambiar una actividad que es causa de desazón y objeto del rechazo de los colombianos.

Y por el mismo camino transita otra reforma de la Justicia, uno de los temas más sensibles para la buena marcha del Estado que de igual forma ha fracasado en múltiples ocasiones. Luego de conocerse que el Gobierno Nacional decidió abandonar su proyecto y apoyar la propuesta del partido Cambio Radical, se sabe que la bancada oficialista no parece dispuesta a apoyarla. De nuevo, lo que debería ser la manera de atender el reclamo de la Nación por una Justicia efectiva y rápida que acabe con la impunidad y con la inseguridad jurídica, parece condenado a la frustración. Y con respecto a la Reforma a la Justicia que tampoco tuvo liderazgo ni defensa en el Congreso, dado el pobre desempeño de la señora Ministra, digámosle al país de una vez por todas que el nudo gordiano ha sido la manera para modificar el sistema judicial de aforados a cargo de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes por considerarlo inoperante, sin lograrlo. Es decir, se le han atravesado los micos de todos los pelambres solo con el único y exclusivo propósito que siga la impunidad para estos servidores que se creen ciudadanos de primera e inmunes a los delitos que perpetran

El parapeto llamado Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara a la que le corresponde conocer sobre las denuncias penales o quejas disciplinarias contra el Presidente de la República o quien haga sus veces, Fiscal General de la Nación, magistrados de la Corte Constitucional, magistrados de la Corte Suprema de Justicia, magistrados del Consejo de Estado, magistrados del Consejo Superior de la Judicatura y magistrados de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), es un saludo a la bandera, pero no de ahora, sino de su creación. Las críticas a la existencia y funcionamiento de dicha célula legislativa se fundamentan en dos aspectos principalmente: en materia de resultados son pobres porque desde 1992 cuando fue creada, se han presentado más de 4.000 denuncias, de las cuales aproximadamente 2.000 fueron archivadas y por lo menos 1.600 no tienen avances.

En sus 27 años de vida la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara solo ha producido dos acusaciones, en los casos del exmagistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt, porque supuestamente pidió plata para hacer que influyeran en una tutela; y el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Gustavo Malo, quien fue involucrado en el escándalo de corrupción en esta última Corporación por el llamado ‘Cartel de la Toga’, que habría cobrado para presuntamente torcer el rumbo de procesos a congresistas y otros políticos. Pero desde luego, se atrevieron a meterle los dientes a esos dos casos por la abundante evidencia y la manera grosera como se trasgredió la Ley. No ocultemos la verdad: a los congresistas les da culillo investigar y enviar para la cárcel a los magistrados de las altas cortes. Y mientras no se tenga una hoja de ruta para acabar con esa impunidad, no tendremos Reforma a la Justicia