Explosiones controladas en Quito, un incendio deja dos muertos y las autoridades informan que han detenido a cientos de personas durante la guerra declarada a los narcos tras el caos. Estos días se ha producido el secuestro de 178 funcionarios.
La Policía Nacional ecuatoriana continúa una operación en todo el país para combatir a los grupos delictivos que ahora el Gobierno ha denominado “organizaciones terroristas” e instaurar un estado de excepción con poderes ampliados a policías y militares.
Hasta el jueves, la policía había informado de un total de 358 detenidos tras dos días de operaciones, mientras que las bandas en las cárceles han mantenido secuestrados a 178 funcionarios y guardias en siete prisiones diferentes. Las autoridades no han informado de agentes muertos durante los últimos cuatro días.
En la capital, Quito, el comandante de la Policía en la ciudad, el jefe distrital de la Policía, coronel Germán de la Torre, dijo que las nuevas políticas obligan a los oficiales a tener operativos las 24 horas del día utilizando múltiples estrategias para salvaguardar a la comunidad. Después de que los terroristas propagaran el terror tras la toma de televisiones, hospitales y universidades de Ecuador.
Víctor Herrera, Comandante de Policía del departamento del Guayas, dijo que las operaciones condujeron a la captura de tres grupos pertenecientes a tres de las diferentes bandas más notorias -Los Lobos, Lagartos y Mafia 18-.Se incautaron drogas, armas y panfletos en los que se llamaba a un levantamiento civil contra las autoridades y se proferían amenazas contra el Presidente.
Nuevas cárceles debido a la narcoguerra
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, presentó el jueves el diseño de dos nuevas cárceles que planea construir para contrarrestar la crisis del sistema penitenciario del país. Se construirán tres módulos de cárceles de alta, máxima y extrema seguridad en las provincias de Santa Elena y Pastaza, con alta tecnología, sistemas electrónicos y guardias anónimos.
El jueves, agentes del equipo antibombas de la Policía ecuatoriana extrajeron y llevaron a cabo una detonación controlada de un explosivo abandonado en un puente al norte de la capital, Quito.
Un vídeo distribuido por la Policía mostraba a los agentes con trajes especiales saliendo del lugar y luego una potente explosión que lanzó muy alto los neumáticos utilizados para minimizar la onda expansiva.
Según las autoridades, no se registraron daños ni víctimas en la zona, muy transitada. Ecuador está sumido en una ola de delincuencia atribuida a las bandas de narcotraficantes, y el presidente Daniel Noboa declaró la emergencia y una guerra virtual contra las bandas a principios de semana. Los ecuatorianos temen que la violencia vaya en aumento en un país en el que el año pasado fue asesinado un candidato presidencial.