El Justiciero: Capítulo final
Por
GONZALO
RESTREPO SÁNCHEZ
Hay dos actores de la raza negra que colman mis expectativas cinéfilas, por un lado, el veterano y oscarizado Morgan Freeman y Denzel Washington (ganador dos veces del Oscar). No solo son buenos actores, sino queridos y aplaudidos por su público. Como se suele decir popularmente: “mueven el torniquete”.
Considerado como el capítulo final de una trilogía, “The Equalizer 3” (su título original en inglés) nos muestra a McCall hallando una comunidad mafiosa en una pintoresca parte de Italia, viéndose obligado a proteger a sus habitantes de ellos. “The Equalizer 3”, es la tercera película realizada por Antoine Fuqua y protagonizada por Denzel Washington en torno a Robert McCall, ese justiciero que a base de tiros, cuerpos, mutilaciones, y golpes mortales siempre para proteger a alguien o para recobrar aquello que había perdido un individuo bueno.
En términos generales la película es buena, pues el guión, cabe decir, sustenta toda la trama e intriga en medio de la camorra en Italia. Y sin ese exceso descriptivo logra cierto equilibrio a la hora de muertes y balas. Posiblemente sometiendo por un lado y exponiendo un poco más por el otro (entre buenos y malos), hallaríamos una proporción más satisfactoria. La trama a lo mejor se agota mucho antes de que termine, ya que una vez resuelto el climax, lo que queda del metraje parece no interesar, si bien, se aclara alguna que otra consideración final entre los protagonistas.
¿Qué decir respecto al filme? Pues que para pasar una tarde divertida y sin mucha complicación la cinta entretiene sin tanta acción trepidante, aunque cargada un poco de violencia. Este tipo de thrillers impacta y combina su violencia sangrienta con una agudeza poco común.
El actor Denzel Washington siempre tiende a cambiar entre este tipo de películas de acción y proyectos de prestigio para los Oscar. Si bien, es viable que esta película y otras afines no le dan galardones ni aplausos de la crítica, siguen siendo manifiestas —y entretenidas—, con la ayuda de los directores a cargo. Tanto Fuqua como otros de apegados al thriller son capaces de generar descargas de adrenalina bien logradas. Y Washington siempre al tanto.