Diario del Cesar
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Cuando se corone rey de reyes de la piquería, Alcides Manjarrez pensará en el retiro

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A pesar de que no fue finalista de la modalidad de piqueria, cuyo concurso lo ganó este año José Luis Arcos de Arcos, Alcides Manjarrez dice que aún no es tiempo del retiro muy a pesar de la llegada de la sangre nueva que está aflorando en esta modalidad.

Alcides quien ya supera los 62 años condiciona su retiro a dos cosas: ganar el Festival rey de reyes, y porque no tiene más recursos de donde sustentar la manutención de su familia, pues manifiesta que los entes gubernamentales de La Guajira en donde vive, poca importancia le dan a los gestores culturales, por eso es común verlo en diversos pueblos buscando los primeros puestos.

Este cultor de los versos es invidente de nacimiento, llegó a este arte por accidente y luego de superar la fobia que sentía cuando escuchaba versear a su hermano Luis, también invidente, con quien tenía un grupo al que llamaban Los Pajaritos, con el que se dedicaba a cantar en parrandas de donde sacaban algunos medios económicos para sobrevivir.

El episodio que le hizo cambiar de parecer frente a los versos, ocurrió en una ocasión que acompañaba a su hermano a una presentación a un festival regional en su departamento, llevaba su mejor pantalón blanco a la presentación, pero por falta de transporte les tocó embarcarse en un camión cargado de guineo verde por lo que con el movimiento rozaba con el cargamento lo que terminó manchándole el pantalón a Alcides.

Ante esta situación se llenó de rabia y le reclamó a Luis que, por andar pendiente de esos festivales le había dañado su mejor pinta, pero su hermano le rogó y le prometió que si ganaba el concurso, le entregaría la mitad del premio para que se comprara varios pantalones.

Fue una palabra premonitoria y Luis se ganó el primer lugar que, para entonces era de 10.000 pesos, el triunfador cumplió la palabra y le entregó lo convenido a su hermano con lo que repuso su ropa dañada y compró más y de inmediato le despertó la curiosidad por también dedicarse a la piqueria.

“Después de ese suceso, yo dije, bueno si mi hermano sabe hacer esto, por qué yo no lo puedo hacer y comencé a hilvanar mis primeros versos”recuerda Alcides Manjarrez.

 

PRIMERA SALIDA

Su primera salida la hizo en 1979 en el Festival de Los Laureles en Distracción, La Guajira, en donde se escondió debajo de la tarima, cuando empezó a escuchar el nombre de los contendores, cuando tocaba su turno, un amigo lo vio y con otras personas lo sacaron y lo montaron a la fuerza a la tarima, ya en la competencia se animó y logró conquistar el tercer lugar.

Después de eso se presentó en San Juan del Cesar, y ya en 1980 se montó en la tarima de Valledupar en donde quedó segundo, detrás de su hermano Luis, quien ganó la corona en esa oportunidad.

De ahí en adelante, aquellos versos que  despreciaba, se convirtieron en la tabla de salvación para su vida, lo que le ha dado hasta ahora, la estadística de 259 primeros premios en varios festivales del país entre los que se cuentan: rey vallenato en Valledupar en los años 1983, 1984, y 1995; segundos puestos en 1980, 1985, 1986, 2007, 2008, 2014, y 2017 en el rey de reyes.

Alcides manifiesta que solo devenga dinero de los festivales y por eso, a pesar de que le dicen que ya está bueno, que se retire pues, los años no pasan en vano, él dice estar en plenitud de condiciones y la prueba que esgrime es que el año pasado se ganó casi todos los festivales donde se presentó, muy contrario a su hermano que ya se ha quedado quieto en estas lides.

Atribuye los inicios de sus triunfos a un verso desafortunado que le hizo su primer contrincante quien en la competencia le dijo:

/Cantando con mi rutina

Lo digo bien explicado

Cuando subo a la tarima

Ya mis versos van copiado/

“Eso me llenó de ánimo, porque sabía que había cantado no era bueno para la piquería, y en seguida le respondí:

/De la forma que has cantado

De esta forma te analizo

Si tus versos son copiados

Yo los míos los improviso/

Eso fue suficiente para que me sacaran en hombros” recuerda Alcides Manjarrez, quien se llenó de valor para encarar una modalidad que antes despreciaba.

Aseguró que todo lo que tiene lo ha conseguido a punta de versos, a pesar que ya sus hijas están viviendo independientemente, él tiene que seguir compitiendo porque de eso vive. Guarda una buena relación con su hermano Luis, el responsable de que él sea verseador, después de haberle refutado esa inclinación y a quien dejaba tirado cada vez que Luis, jocosamente le sacaba un verso.

 

PACTO DE HERMANOS

Una vez hicieron un pacto, que para que Alcides, quien era el cajero, no lo dejara solo, que por favor no le tirara versos. Después que comenzó sus triunfos, superó rápidamente a Luis, quien era ahora quien se enojaba cada vez que perdía, por lo que Alcides le manifestaba que eso eran cosas de folclor “que la cogiera suave”, concluye.

Argumenta que Luis, se ha retirado de los concursos, decepcionado por algunos fallos adversos, lo que lo llenó de resentimiento y ha optado por no volver, además por el peso de los años, esos mismos que dice Alcides que no los siente, y que solo le dirá adiós a las tarimas cuando en su frente se pose la corona de rey de reyes, para  quedarse tranquilo en su rancho de Fonseca La Guajira en donde vive , sin vicios y de donde no sale a tocar parrandas porque allá no les gusta pagar y quieren que todo se lo hagan gratis, asegura.

Con la llegada de la modalidad de verseadores infantiles  dice que si no tienen vocación, pueden ponerles el profesor que sea, para esto se requiere amor por el arte, dedicación y entrega, les augura éxitos y espera que lleguen a ser grandes como sus antecesores de los que dice fueron y siguen siendo grande entre estos: William Felizzola, Andrés Beleño, Julio Sala, Luis Mario Oñate, Rubén Toncel, El Monito Arzuaga, Julio Cárdenas entre otros.