El clásico costeño entre Unión Magdalena y Junior de Barranquilla, no superó las expectativas generadas previas al encuentro, siendo un juego con pocas emociones en ambos pórticos, que finalmente terminó en un aburrido empate.
La parte inicial se vieron dos equipos intensos e incisivos, pero con el pasar de los minutos, el juego cayó en un bache y lo futbolístico pasó a segundo plano para ser un juego más de roce y fricción entre ambas escuadras.
La opción más clara del juego estuvo a cargo de Ricardo Márquez, que en una maniobra dentro del área, logró recibir y disparar de media volea, pero el portero Mele respondió, dejando un rebote que el delantero samario no pudo concretar.
Para la segunda parte, ambas escuadras realizaron variantes, por desgaste Hinojosa, salió del terreno para dar paso a Isaac Camargo, luego lo hizo Cristian Sención por Wilder Guisao. Fue entonces cuando el Unión rápidamente elaboró la jugada polémica del partido.
Dentro del área Joel Contreras, sacó un centro que golpeó la mano de Emmanuel Olivera y segunda instancia Walmer Pacheco llegó al encuentro y volvió a impactar en la mano del mismo jugador Argentino.
Inicialmente Roldán decretó pena máxima, pero luego invalidó su decisión tras una revisión amañada de VAR donde solo se revisó la segunda jugada en la que Contreras cometió falta sobre Pachecho, sin ver la primera mano de Olivera.
De allí en adelante, los restantes minutos fueron de trámite, ambos equipos se les dificultó hilar opciones claras que permitieran generar peligro en diferentes pórticos, tal como sucedió a lo largo del juego, sellando un compromiso para el bostezo de los miles de fanáticos que llegaron al ‘Armando Maestre Pavajeau’.