Diario del Cesar
Defiende la región

´Los escritores no tenemos apoyo y ello desestimula´: LUZ MARINA ALTAMAR

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Luz Marina Altamar Escobar aprovecha la presentación de su obra para revelar la falta de apoyo a los escritores de su tierra. “Esto los desanima y se pierde mucho”.

“Para que la disfruten de modo reposado y sereno, con la certeza de que los oriundo de la extensa región Caribe, hallarán en su lectura, un espejo fidedigno de sus recuerdos de infancias”. Con estas palabras, el historiador Simón Martínez Ubárnez, recomienda la obra de la escritora cesarense, Luz Marina Altamar Escobar, ‘El regreso de las mariposas rosadas’.  Ella, la autora, así lo define, “este libro habla de la cultura, de la idiosincrasia del pueblo a través del cuento. Específicamente plasma unas historias, de allá, de La Loma, de El Paso, (cabecera municipal); de la región Caribe.  De la tradición oral de nuestros abuelos. ¡Historias que enseñan!

Pero para hablar de ésta, su cuarta obra, debo presentarla a ella, y mencionar las tres anteriores, ‘El fantasma de Belinda’, también de cuentos; ‘Calenturas nunca supo’ y ‘Que se venga pa’ aca pa’ La Loma’.  Esta mujer, de más de cinco décadas de existencia, llegó a las letras “en un momento que pasaba unas necesidades, y escribía y escribía, e iba guardando”.  Hasta que alguien descubrió en sus escritos el empeño de no dejar que el tiempo desdibujara esas vivencias de una niñez macondiana en la que jugueteó con mariposas rosadas en el campo mientras sus amiguitos recogían guayabas y peralejas.  Esta licenciada en Prescolar y especialista en Ecología recreativa y en Atención a la primera infancia, ha sido un eslabón fundamental entre sus ancestros y las generaciones que la han precedido y que hoy habitan, como ella, su natal pueblo La Loma (Cesar).  “

El regreso de las mariposas rosadas, esta compilación de la cesarense Luz Marina Altamar en la que los amantes de las letras pueden nutrir su imaginación con nueve cuentos que inician con ‘Alejo, el negro del Paso del Adelantado’ y termina con ‘Una expedición peligrosa’, pasando por ‘El canto de María Mulata’, ‘El poder de una oración’, ‘El regreso de las mariposas rosadas’, ‘El último Corpus’, ‘Las gemelas y sus desgracia’, ‘Las lavanderas del paraluz’ y ‘Macuto’, “todo escrito con un lenguaje, rico, amplio, sencillo y entendible”, remata.

Luz Marina Altamar Escobar sabe, porque lo ha vivido en carne propia, que su propósito de alimentar la imaginación colectiva de las nuevas generaciones no es un trabajo fácil y que va más allá de saber echar el cuento.  Y, que, así como las mariposas rosadas que ya no se ven, puede pasar con la historia que tejieron sus raíces. “No hay apoyo, eso hace que muchos escritores en el pueblo se desanimen, y en esta materia no se prospere”.  El señalamiento lo soporta en que, “en cuanto a cultura, solo recibe apoyo el Festival de Canciones Samuel Martínez, no es que esté mal, pero deberían darle importancia a tantas otras facetas que entran en lo cultural, que no se limiten a lo musical.  Las letras es aporte para las nuevas generaciones, pero quienes escribimos debemos luchar mucho para sacar un libro”.

Es la única manera, que, a juicio de Luz Marina, se dé a conocer esos historias y experiencia que ella, además de vivirlas en su niñez, guardó celosamente en voz de su abuelo y mamá.  “Tengo una hija, y con ella hice lo mismo, le narraba historias que me fueron transmitidas por mis abuelos”.

Por esta misma razón, paralelo a las letras, cocina la idea de una biblioteca pública, apoyada de talleres como pilares de un semillero que ya va tomando forma en su cabeza. “Ya hice la propuesta a la Alcaldía (El Paso) y a algunas instituciones educativas”.

Por DAMARIS ROJAS QUINTERO