Diario del Cesar
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Alis llegó a las salas de cine de Colombia

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Desde este fin de semana se puede ver en salas de cine la película ALIS, dirigida por Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck.

Los amantes del séptimo arte podrán disfrutar y emocionarse con esta inspiradora historia inicialmente en 26 salas de cine de 10 ciudades del país, entre las cuales se encuentra Santa Marta.

La sinopsis de la cinta destaca lo siguiente: “En un centro de acogida para adolescentes en Colombia, los directores Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck (Amazona) piden a un grupo de mujeres jóvenes que cierren los ojos e imaginen la historia de una compañera de clase ficticia llamada Alis.

¿Cómo proyectar tu destino? Niñas adolescentes que vivieron en las calles de Bogotá, cierran los ojos e imaginan a Alis, una compañera ficticia”.

La conmovedora narración revela su asombrosa perseverancia para abrazar un futuro luminoso. Un relato profundo e impactante lleno de risas, amor y música que sucede en el lugar menos esperado. Alis es la película colombiana más premiada del 2022.

Clare Weiskopf, su codirectora, habla sobre esta película en la que niñas colombianas, que viven en un internado para personas con riesgo de vivir en la calle, proyectan sus historias, traumas y sueños en una compañera ficticia.

En Alis, el personaje principal no existe, pero su historia de vida es muy real. Puede sonar paradójico, teniendo en cuenta las reglas implícitas que muchos creen que tiene el documental, pero los 84 minutos de película son casi todos, un ejercicio de imaginación y de ficción; un esfuerzo por hilar una historia inventada. Eso sí: al final, el espectador sale con la sensación de haber conocido, a fondo, una realidad bastante dura. Tal vez, incluso con más detalle que si se hubiera visto una historia 100 por ciento real.

Esta película colombiana, que se estrena en las salas de cine, narra los sentimientos y sueños de una decena de mujeres jóvenes que han terminado en la calle por diferentes motivos (abandono de sus familias, falta de plata, drogadicción, violencia sexual) y que viven en un internado manejado por la Alcaldía de Bogotá (La Arcadia) que les ofrece dormida, comida y acompañamiento, hacen un ejercicio de proyección. Entre todas, y siguiendo las preguntas de los directores, se inventan un personaje ficticio, una compañera a la que llaman Alis.

El ejercicio es interesante, porque a la par que van imaginando y contando la historia de Alis (su infancia, la vida con su familia, sus vivencias en la calle, sus amores y sus secretos), van surgiendo sus propias experiencias, sus historias de vida, sus miedos, sus traumas, sus fortalezas y hasta sus sueños para el futuro.

Por eso escucharlas y verlas termina siendo revelador, inspirador, divertido y hasta incómodo. Porque en sus palabras, gestos y silencios se revela mucho más y hay más intimidad de la que hubiera podido haber en una entrevista directa sobre sus vidas.

No en vano, Alis llega a las salas colombianas luego de cosechar premios en festivales internacionales (Chicago, Biarritz, París), incluyendo varios de los otorgados por el público. Los más importantes, tal vez, son el premio Teddy (a mejor documental) y el Oso de Cristal (a la mejor película con temática juvenil) en la Berlinale, el Festival de Cine de Berlín.

“Las protagonistas son niñas a las que nadie les ha preguntado qué quieren ser cuando sean grandes, como a cualquier otro niño. Es como si estuvieran condenadas. Así que era una oportunidad para que pensaran en quién quieren ser y para que imaginaran un futuro distinto. Por todo eso la idea de crear a Alis nos pareció muy buena sobre el papel. Luego hicimos muchas pruebas a ver si funcionaba y conectaban emocionalmente con el personaje y la cogieron de una, resultó una forma muy potente de contar lo que queríamos contar en la pantalla”, manifestaron los directores.