Diario del Cesar
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Polémica por muerte de águila en vía de extinción 

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La muerte de un águila en vía de extinción, una hembra real de montaña, ha generado toda clase de comentarios y revuelo en el departamento dado que el animal se encontraba bajo el cuidado de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar.

Hace un año, cuando el animal tenía ocho meses, un campesino del corregimiento de San José de Oriente, en el municipio de La Paz, se lo entregó a la entidad ambiental para su cuidado y protección, sin embargo, transcurrido el tiempo el águila  murió por causas que no están del todo claras.

“Efectivamente en el año 2018, ingresó al Centro de Atención de Valoración de Fauna y Flora Silvestre (Cavff) en Valledupar, un águila que venía bastante entumecida producto del amarre que tenía por campesinos de la zona de la Serranía del Perijá. El águila entró en proceso de recuperación y logró tener un estado óptimo para su liberación, pero por el interés que el animal representa para el departamento y por el conocimiento de la especie misma, se le quiso instalar un microchip para hacerle monitoreo satelital a su recorrido”, dijo el director de Corpocesar, Julio Suárez Luna.

En ese tiempo se perdió tiempo valioso para su liberación, según detalló el propio Suárez Luna, y el animal terminó sufriendo una infección en el esófago que le impedía alimentarse bien y terminó desencadenando su muerte.

“En ese tiempo de espera del chip que venía de Argentina y la llegada de un equipo científico, el águila adquirió un hongo en sus garras, que empezamos a tratarle; ese hongo se cree que pudo haberlo adquirido en su estado de cautiverio inicial y se empezó a hacer lo pertinente. El tiempo fue pasando e infortunadamente cuando el águila está recuperada, llegó a un estado crítico que no quiso comer según con la información dada por el Centro de Atención de Valoración de Fauna y Flora Silvestre (Cavff) en Valledupar”, agregó Suárez.

Hace dos años el Ministerio declaró en peligro de extinción este animal, porque su población en Colombia se estima en menos de 200 ejemplares.

“Esa situación nos tiene conmovidos a todos dado que era un ejemplar insigne de la corporación, porque se quiso conocer de manera científica su recorrido y orígenes para ver cómo era el relacionamiento con las demás aves de su especie. Nos ha causado un dolor incluso sentimental porque se asemeja cuando un paciente muere en las clínicas u hospitales del país; o cuando los pacientes ingresan a un centro clínico y adquieren una bacteria. Como director de Corpocesar, se ordenó la necropsia para el ave y se encuentra que muere producto de una infección en el esófago que no le permitía tragar. Esto es lo que dicen nuestros científicos, creo en ellos, le creo a la ciencia. No entiendo cuál ha sido la connotación de unos personajes que vinieron a trabajar al Cavff, le han dado a este tema, nos han escrito en las redes sociales maltratándonos”, finalizó Suárez.