Diario del Cesar
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Comunidad de Candelaria Sur pide los reductores de velocidad

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Los consecutivos accidentes que se registran en la carrera 4C con calle 24 y en la carrera 4D con calle 23, en el barrio Candelaria Sur, los cuales ya han cobrado la vida de un menor de edad, sumado al desarrollo de piques ilegales que exponen la vida de los residentes y transeúntes, tienen cansados a los habitantes del sector.

La problemática, manifiesta la comunidad, se debe a la falta de reductores de velocidad, elementos que han exigido con mayor prontitud para evitar situaciones similares, pero hasta el momento la Secretaría de Transporte no ha dado solución alguna.

“Desde el 19 de octubre de 2018 consecutivamente enviamos oficios a la entidad, porque a la comunidad nos tocó improvisar y hacer reductores en concreto después de la muerte de una niña de dos años por un accidente”, expresó Katherine Salinas, presidente de la JAC.

Afirma que las barreras se encuentran ya deterioradas y por lo que siguen alzando la voz hasta conseguir la instalación de los elementos de velocidad, sobre todo cerca al centro educativo del sector.

 “A nosotros nos da miedo arreglarlos porque el Código de Policía multa por daño al bien público y ningún ciudadano quiere recibir una multa”, explicó.

RESPONDE TRÁNSITO

 

El secretario de Tránsito Municipal, Víctor Arismendi, afirmó que, para que la comunidad implemente reductores de velocidad, deben enviar una solicitud a la entidad y de acuerdo al llamado, la seccional realizará un estudio técnico que determine el volumen de tránsito y el tipo de vía.

“Hay una norma que reglamenta el Ministerio de Transporte expedida en la resolución 0005708 sobre cómo y en qué material se instalan los reductores de velocidad, porque los reductores no se pueden instalar porque si”, explicó el funcionario.

Debido a las más de 200 solicitudes de reductores de velocidad que actualmente reposan en Tránsito Municipal, según afirma el Arismendi, se están priorizando las zonas que evidencien mayor número de accidentalidad y “las zonas escolares”.

“Los recursos no son ilimitados y los pocos que tenemos hay que administrarlos en donde las estadísticas nos dice que se necesitan; los puntos críticos”, apuntó.