Doloroso adiós a Adriana Lucia y Moisés Javier
POR: NINOSKA REYES URDANETA
El corregimiento de San José de Oriente, ha sido catalogado como tierra de paz, reconciliación y trabajo. En sus angostas calles y empinadas, no cabe más dolor ni las lágrimas que cada habitante está derramando por la muerte de los niños Adriana Lucía y Moisés Javier, quienes fueron envenenados por su propio padre, Francisco Hernández, la tarde del domingo en el barrio El Mirador de dicha localidad.
Horas antes del sepelio de estos dos ángeles, la comunidad de San José de Oriente marchó indignada por las calles. Globos y flores blancas, marcaban el paso de niños y adultos, quienes entre lágrimas y petición de justicia, quisieron elevar su voz contra el maltrato infantil.
A las 8:00 de la mañana de ayer, un grupo de estudiantes de primaria de la Institución Agropecuaria Técnica de San José de Oriente, donde estudiaba la pequeña Adriana Lucía, recorrieron la avenida principal del pueblo en homenaje a quienes serán sus recordados amiguitos.
Llegaron a la casa 4-02 en la segunda calle del barrio Brisas del Río, donde reposaban los féretros blancos con los cuerpecitos de los menores, y de allí partieron en una caminata que parecía no avanzar ante el dolor e impotencia de quienes la acompañaban.
Yadira Quiroga, exconcejal del municipio de La Paz por el corregimiento de San José de Oriente, reiteró que se vive una consternación terrible. “Hoy una madre llora a sus hijos, y lo más impresionante es que los niños mueren en manos de su propio padre. Esta pareja tenía cuatro meses de estar separados, por muchas dificultades que atravesaba su hogar”.
Hoy el pueblo repudia el hecho, y a una sola voz pide paz para el corregimiento, lugar que nunca había vivido una tragedia similar. “Es triste ver a una madre inconsolable llorando su partida. Exhortamos a los padres de familia a tener más paciencia, y que nuestros corazones se llenen de la paz de Dios”.
El día de ayer fue como una pesadilla para los habitantes de San José de Oriente, en sus calles reinaba el silencio y la tristeza. La marcha blanca recorrió varias calles hasta llegar a la institución educativa, donde realizaron una capilla ardiente y dos horas después, los féretros regresaron a la casa de la familia Contreras, donde Adriana Lucía y Moisés Javier vivieron sus últimos días de vida.
“LOS NIÑOS SON ALEGRÍA…”
“No hay derecho para quitarle la vida a seres inocentes, los niños son alegría y sinónimo de felicidad. Esto que está viviendo San José de Oriente es un dolor muy grande, un recuerdo para esta tierra que busca vivir en paz”, manifestó Jorge Pérez, líder comunal del corregimiento.
A la caminata también asistieron madres comunitarias, estudiantes, Defensoría de Familia, Personería Municipal, docentes y comunidad en general. “Fue como una marea blanca que abrazó a este pueblo que hoy ora ante Dios, para que este tipo de tragedias no se repitan, se destruyó la vida de una madre que no consigue explicación a tan irreparable pérdida”, afirmó Carlos Díaz, habitante de la zona.
“Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación. Te extrañaremos Adriana, serás nuestro angelito. Rechazamos el asesinato de niños y niñas…” fueron algunos de los mensajes que llevaban en pancartas los estudiantes, quienes además rindieron homenaje a su compañera portando el uniforme de la institución y que además identificaba a Adriana Lucía.
UN ADIÓS LLENO DE DOLOR Y LÁGRIMAS
A las 3:00 de la tarde, luego de los oficios religiosos, de nuevo los ataúdes blancos son llevados por la avenida principal del pueblo, hasta el Cementerio local. Era el último recorrido de los dos niños por la tierra que los acogió, ya no se verán más saltando y corriendo de alegría, como ese domingo cuando se fueron con su padre sin imaginarse que no volverían a sonreír.
De nuevo el dolor y el llanto se apoderó de los asistentes, una patrulla motorizada de la Policía Nacional con la sirena encendida, avisaba el paso del cortejo que paralizó a San José de Oriente. A un lado de los féretros, su madre y familiares, quienes ya sin fuerza siguen pidiendo una explicación a lo sucedido.
Pasadas las 4:00 de la tarde, el momento más duro llegó, había que despedir para siempre a los pequeños Adriana Lucía y Moisés Javier. Entre lágrimas y flores blancas fueron sepultados, quienes ahora se convierten en dos ángeles para quienes hoy lloran su inesperada partida.
AL PADRE DE LOS NIÑOS LE
ESPERAN 60 AÑOS DE CÁRCEL
La pregunta de la comunidad gira en torno a cuál será la pena para el hombre responsable de esta terrible tragedia. La tarde del lunes a Francisco Javier Hernández Rojano, le fue legalizada la captura por el Juez 2 Penal Municipal con funciones de control de garantías de Valledupar, diligencia en la cual no estuvo presente por su grave situación de salud.
El director seccional de Fiscalías en el Cesar, Andrés Palencia Fajardo, reiteró que respecto al móvil de este horroroso hecho, se debe a una venganza por parte de Hernández Rojano, hacia su compañera sentimental y madre de los menores, quien había decidido no vivir más con él.
Ante esto, el hombre llevó a sus hijos a su residencia y en ella le suministró un herbicida, lo cual les produjo su muerte. Posteriormente Hernández Rojano intentó quitarse la vida, pero aún está con vida en una clínica de la capital del Cesar.
Este hombre sería imputado del delito de homicidio agravado y enfrentaría una pena que va inicialmente entre 30 o 35 años, pero por tratarse de dos menores, podría terminar tras las rejas 60 años, siendo esta última la que buscará la Fiscalía.
“Una vez recupere su conciencia, la Fiscalía procederá a imputar los delitos de homicidio agravado (por la muerte del niño) y de feminicidio agravado (por la muerte de la niña), al tiempo que se solicitará la imposición de medida de aseguramiento en centro carcelario por estos hechos.”
Por otra parte, Palencia Fajardo expresó su preocupación por el incremento de casos de violencia intrafamiliar, producto de la ingesta de licor y de la venta de alucinógenos que son recurrentes en el corregimiento de San José de Oriente, por lo que exhorta a la Alcaldía de La Paz a tratar el tema y prevenir hechos como el que está viviendo en este momento la familia de los niños envenenados por su propio padre.