Por primera vez entró el ‘arrugao’ a un estadio como una obra solemne
POR: NINOSKA REYES URDANETA
Hablar de Los Niños Vallenatos, es transportarse a una parranda, a la mejor expresión del canto, la caja, guacharaca y acordeón; pero imaginarse las notas del Himno Nacional en este género es símbolo de talento y gallardía, el mismo que demostró un grupo de 22 niños que hicieron parte de la ceremonia del juego de fútbol entre Colombia y Paraguay, realizado la pasada semana en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez en la ciudad de Barranquilla.
“En el año 1999 por primera vez en la historia, el ‘arrugao’, es decir, el acordeón, entró a la Casa Blanca en Estados Unidos, y esta vez lo hizo en el estadio más grandes e importante de Colombia. Definitivamente hacemos historia; Los Niños Vallenatos se constituyeron en la agrupación más representativa de la cultura vallenata, llevamos un mensaje amable de Colombia y su representación artística y cultural ante todo el mundo”, manifestó el maestro Andrés ‘El Turco’ Gil, fundador y director de la agrupación.
Este evento dio paso a la reactivación de la agrupación, luego de dos años de paralización a causa de la pandemia por el Covid-19. Es el renacer de un grupo de niños y adolescentes que se encargan de defender la cultura local, se empiezan a abrir nuevas puertas y el resonar de los instrumentos recuperan el espacio que se estaba perdiendo.
“Recorrer el estadio entre aplausos y ovaciones, me dieron la voz de alerta para demostrar que estamos activos y somos capaces de seguir llevando la bandera del vallenato al país y el mundo; que la escuela del ‘Turco’ Gil sigue vigente como referente para grandes artistas formados bajo la batuta de este maestro”, manifestó Gil durante la entrevista realizada en los espacios de su vivienda en el callejón de la ‘Purrututú’, que hoy se ha convertido en el Museo del Folclor.
REINALDO RUEDA FUE MI ALUMNO
Por las manos del maestro han pasado más de 4.000 acordeoneros, su historia se volverá infinita con el pasar del tiempo, pero sus huellas jamás serán olvidadas ni reemplazadas, muy por el contrario, van consiguiendo satisfacciones que lo fortalecen y permiten ubicarse en el mejor de los lugares.
La invitación al Estadio Metropolitano es una muestra de ello, es la huella que algún día dejó el ‘Turco’ Gil en la vida de Reinaldo Rueda, director Técnico de la Selección Colombia.
“Rueda fue mi alumno, lo enseñé a tocar el acordeón en el patio de esta casa que hoy es un museo. Él compró el instrumento musical, e incluso después de haber hecho campeón El Nacional en dos oportunidades, quiso retirarse y llegar a Valledupar a dedicarse al acordeón, como su segunda faceta en su vida”, recodó el maestro.
Es así, como desde su iniciativa, hizo la invitación a Los Niños Vallenatos para escuchar en acordeón el Himno Nacional de Colombia, fue un paso trascendental porque la agrupación es una especia de fania, donde están los niños y niñas más talentosos de la música vallenata, de donde han salido reyes y reinas del acordeón.
‘NO SOY MONEDITA DE ORO’
Ante más de 47.000 espectadores, se presentaron 22 niños, niñas y adolescentes, entre cantantes y músicos encargados de entregar la mejor melodía del Himno nacional. Sin embargo, hubo críticas, “pero no soy monedita de oro para caerle bien a todos”, dijo el maestro entre risas, pero convencido que fue la mejor decisión.
Explicó que el himno fue interpretado con toda la regla musical existente, con todos los ciclos armónicos que permitieron sonar a la perfección. A ello se le agregó la presentación de Gunnara Jamioy Izquierdo, cantante y acordeonera de la comunidad indígena arhuaca, quien interpretó una estrofa del himno en su lengua nativa ‘Ika’, como una manera de resaltar los valores culturales del territorio.

“Se me ocurrió esa idea, porque las etnias son parte de Colombia y era importante mostrarlas. Los niños fueron recibidos y despedidos con ovación, incluso jugadores como James, Luis Díaz, entre otros, se mostraron complacidos con la agrupación a la que saludaron con admiración”.
La creación de la agrupación Niños Vallenatos, fue la culminación de un trabajo de formación desarrollado desde 1979 por el maestro ‘Turco’ Gil, en su Academia de Música Vallenata, y el inicio de un proceso de descubrimiento y maduración continua de nuevos talentos.
Se debe a las gestiones del ex Embajador ante los Estados Unidos de América, Dr. Luis Alberto Moreno y su esposa Dra. Gabriela Febres-Cordero, quienes se constituyeron en sus padrinos, admirados por su talento durante la realización del Festival Vallenato de ese año. La base para esta agrupación ya existía. Era con la que el maestro venía trabajando y asistiendo a eventos nacionales e internacionales, entre ellos, el Festival Internacional Infantil y Juvenil de Panamá, con los mejores alumnos de su afamada academia, de donde surgió el nombre Los Niños Vallenatos.
Hoy la agrupación está conformada por niños y jóvenes de Valledupar, de otros departamentos y los más remotos caseríos de la región. “Los integrantes son seleccionados entre decenas de alumnos que beben diariamente de la fuente primigenia del folclor musical del Caribe colombiano en la Academia del “Turco” Gil para ofrecer, en cada canción, la alegría y el amor de las fértiles tierras del Cesar permitiéndonos escuchar las voces infantiles y juveniles de quienes son los más auténticos embajadores de la paz, la cultura y la música colombianas”, confirman en un trabajo titulado “Nacimos para alegrar el mundo”.
BACANA EXPERIENCIA
Sarith Saray Perozo Fruto, de 14 años, forma parte de la agrupación desde el año 2017 como cantante, además de estar bajo la protección del maestro Andrés Gil.
Aún emocionada por la experiencia vivida dijo con alegría “que con la agrupación he visitado ciudades como Bogotá, Sincelejo, Bucaramanga y todos los pueblos del Cesar, pero jamás me imaginé estar ante tanto público, pero además recibir el aplauso de todos a medida que avanzábamos”.
Otra de las cantantes es la hija menor del maestro, Valery Gil Hernández, de 8 años, quien en medio de su inocencia afirmó que lo más importante fue no haber sentido miedo. “Fue muy bonito, muchos asistentes nos pedían fotos y además nos aplaudían mucho. Jamás lo voy a olvidar”.
El acordeonero, Carlos Andrés Cruz también relató su experiencia asegurando que el himno en acordeón no algo inimaginable, es simplemente sonarlo como una sinfónica, es otra melodía que igual llega al corazón de todos. Cruz pertenece a la agrupación desde el 2013 y de igual manera, es primera vez que asiste a un evento tan grande.
Entre este proceso de reactivación musical, la próxima presentación de la agrupación Los Niños Vallenatos, será el 24 próximo de noviembre, ante el presidente de la República, Iván Duque, durante un congreso que se realizará en la ciudad de Cartagena.