Condenado ‘Paquita’ a 18 años por crimen de árbitro de fútbol
El Juzgado Segundo Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Valledupar, condenó ayer a 18 años de prisión a un sujeto implicado en el crimen de un árbitro de fútbol, en hechos ocurridos en zona rural del municipio de La Paz.
Se trata de Gustavo Adolfo Arévalo Ramírez, de 27 años, conocido con el apelativo de ‘Paquita’, hallado culpable en calidad de cómplice, de los señalamientos que durante dos años le formuló la Fiscalía 7 Seccional por el delito de homicidio agravado.
La víctima de este hecho de sangre, Edgar Alfredo contreras Téllez, de 22 años, fue asesinado a puñal el 5 de mayo de 2013 en la vía que de San José de Oriente conduce a la vereda Betania, sobre la cancha de tejo conocida como ‘La Tricolor’, ubicada a orillas del río Chiriaimo.
EL CRIMEN
Según la hipótesis de la Fiscalía General de la Nación, Yesith Ramírez Vergel, primo del sindicado y también investigado por el hecho, le propinó las mortales al hoy fallecido al apuñalarlo en venganza a la riña que momentos antes habían tenido. En el momento del hecho, ambos se encontraron por casualidad en el estadero donde cada uno, por su parte, ingerían bebidas alcohólicas.
“El acusado prestó una ayuda efectiva en el desarrollo del hecho sangriento, aprovechándose de las condiciones de indefensión e inferioridad de la víctima que fue sorprendida por la espalda y en ese acto, el victimario le introdujo una puñalada en el estómago. Según la Fiscalía, Arévalo Ramírez en un acuerdo tácito le entregó el arma cortante al autor material instándolo con palabras como ‘marica, te vas a dejar joder’, y su Yesith ejecutó la acción que terminó con la vida de Edgar Contreras”, mencionó el juez al leer su fallo.
No obstante, el acusador presentó un recurso de apelación por el fallo decretado por el juez ante el Tribunal Superior de la Judicatura, argumentando que Arévalo Ramírez debió ser condenado en calidad de coautor y no de cómplice, ya que presionó a su pariente para cometer el asesinato.
Aunque el árbitro fue trasladado de inmediato al Hospital Marino Zuleta de La Paz, llegó a la sala de urgencias sin signos vitales. Según su esposa, ese día el joven salió muy temprano de su casa a dirigir la final de un campeonato que se desarrolló en el pueblo, pero luego de que el encuentro fuera aplazado, decidió ir al billar donde encontró la muerte.