Diario del Cesar
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Diego Daza, a guardar reposo

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La joven promesa del canto vallenato, Diego Daza,  quien está enchufado con el éxito tras la grabación como solista de su primera producción musical,  después de darse a conocer como un compositor de primera línea, tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica en la capital del país.

El vocalista venía sufriendo hace algún tiempo de problemas gástricos que  estaban interfiriendo en su ejercicio como cantante, en cuya acción intervienen cuerdas vocales y el diafragma, lo que se estaba afectando al parecer por un reflujo.

Por recomendación visitó a un cuerpo de galenos quienes vieron  la opción de una intervención para corregir el impase que podría más adelante afectar la voz de este prospecto artista quien viene cumpliendo una extensa agenda de presentaciones.

La intervención se la realizaron en la capital del país en la clínica Santafé frente a un especializado cuerpo de médicos especialistas, quienes luego del post-operatorio dictaminarán que tiempo debe guardar de reposo el cantante.

Diego es un artista brotado del fértil jardín folclórico de Urumita, la misma tierra de Chema Ramos y su generación, Silvestre Dangond, Fabián Corrales, ‘El Momo’ Fragoso, Churo Díaz, Chiche Morales, Álvaro Molina ‘Chamorrito’ entre todos, es decir un suelo inminentemente melódico que muestra al mundo una producción variada de matices musicales.

A pesar de ser ingeniero industrial, él quiso que su empresa produjera cantos, por eso se armó de una guitarra y comenzó a uniformar un estilo que, pronto  expandió su hoja de vida a los artistas vallenatos los que acogieron su musa impactando muchísimas obras que lo catapultaron al estrellato, grabadas por Martín Elías, Silvestre Dangond, Nelson Velázquez, Kvrass entre otros.

A finales del año pasado, Diego Daza desafió el competido mundo vallenato, y sin ser una garganta fuerte y con poca formación modular se lanzó al mercado como vocalista y al poco tiempo se comenzó a despejar su panorama y hoy es visto como la promisoria figura que se encarrilará por la senda de los elegidos.

Este tipo de fenómenos son cíclicos en el vallenato y generalmente comienzan de esa manera, sin mucha técnica en las tonalidades, así le pasó al propio Diomedes Díaz, y a  Martín Elías quienes después revestidos del aureola carismática se apoderaron del escenario y eso, según los entendidos le viene ocurriendo a Diego Daza, que por ahora debe cerrar el timbre para que pueda volver pronto a las tarimas y decir: “Esto de Diego Daza que dice”.