Diario del Cesar
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Policía atribuye a una venganza la muerte de obrero

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Jersson David Manjarrés Montero, de 25 años, fue asesinado a bala frente a la casa de su papá en la noche del pasado domingo por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta. El hecho ocurrió en el barrio Fundadores.

Temas asociados a problemas familiares serían los motivos por los que sicarios acabaron con la vida de albañilería Jersson David Manjarrés Montero, de 25 años, quien fue asesinado en la noche del pasado domingo en la diagonal 17 número 25A del barrio Fundadores de Valledupar.

De acuerdo a lo expresado por la Policía, al lugar de los hechos se aproximaron dos sujetos motorizados y de manera intempestiva, uno de ellos le propinó varios disparos al joven ayudante de albañilería, produciéndole heridas en diferentes partes del tóraxy en el abdomen que lo dejaron en precarias condiciones, hasta que falleció en la Clínica Médicos de Alta Complejidad del Caribe de esta ciudad.

 “Al parecer son problemas que vienen de mucho tiempo atrás, donde una de estas familias asesinó a otro, y desde ese momento fue capturado un sujeto”, indicó el comandante de Policía Cesar, coronel Miguel Lácides Ramos Blanco.

Sobre la línea investigativa trazada para aclarar el hecho, el oficial aseguró que se trata de un caso complejo y que por ello los funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía realizan las pesquisas desde diferentes ópticas, a fin de tener un panorama más amplio del crimen.

 “Al parecer, en esa discusión de familia de años atrás hubo una persona asesinada y anteriormente fue capturado alguien, esa algo muy complejo que tenemos que aclarar”, dijo el oficial.

El alto mando también confirmó que uno de los supuestos delincuentes que perpetró el asesinato, identificado como Alberto Enrique González Plata, de 43 años, mototaxista de ocupación, resultó herido con piedras y objetos contundentes en medio de la iracunda reacción que tuvo la comunidad del sector donde ocurrió el hecho, y que sumado a ello, incineraron la motocicleta en la que se transportaba junto con su cómplice, quien huyo rápidamente de la escena.

 “Esa persona está estable, lo trasladaron a un centro asistencial y no ha podido hablar porque está en UCI, pero está con vigilancia policial. El que manejaba la moto se cae porque lo tumban algunas personas y le quitaron el arma de fuego al asesino. El otro sujeto huyó corriendo”, acotó Ramos Blanco.

‘QUEREMOS JUSTICIA’

Por su parte, en la mañana de este domingo los compungidos familiares del joven vallenato esperaban a recibir sus restos mortales en las afueras del Instituto de Ciencias Forenses de Medicina Legal de Valledupar, para darle el último adiós.

Allí, su padre Gustavo Manjarrés, contó que durante sus últimos minutos de vida estuvieron departiendo en la casa, pasando un rato agradable en familia, pero que cuando daban las 6:30 p. m., cuando él dormía, las descargas de un arma de fuego le quitaron la vida a su hijo.

 “La hija mía sale corriendo y me avisa del hecho. Yo salí y es cuando veo a mi hijo tirado. La comunidad reaccionó y tumbaron a los muchachos de la moto. La gente le estaba dando piedra a uno de ellos, y yo me metí para que no lo mataran, para que se esclarecieran las cosas y pasó lo que iba a pasar, la gente agredió al sujeto. Yo no conocía a ese tipo. Solo queremos que se aclare, porque él no tenía problema con nadie, era muy querido en el barrio”, dijo el padre.

Sobre la víctima se conoció que prestó servicio en el Inpec, era el mayor de 4 hijos y tenía 25 años.