‘Miriam no murió, a Miriam la mataron’
Un primer informe de Medicina Legal es la clave para que familiares de Miriam Estela Almanza Castrillo aseguren hoy que su muerte, acontecida el pasado 3 de mayo en Bosconia (Cesar), no fue producto de un infarto.
Así lo señaló a este medio, Liliana Almanza, hermana de la hoy occisa, quien asegura que la mujer de 51 años perdió la vida a manos de otra persona.
Aunque en primer momento, el compañero sentimental de Miriam les informó sobre una muerte natural, una serie de inconsistencias los llevan a asegurar que su familiar “no murió”, sino que “la mataron”.
LA NECROPSIA
Según el informe que conoció AJÁ & QUÉ VALLEDUPAR, los principales hallazgos de la necropsia fueron: un trauma en cráneo (hematoma subgaleal frontal izquierdo y edema cerebral leve); unas lesiones traumáticas contundentes en cara (herida suturada frontofacial izquierda y hematoma verde supraciliar izquierdo) y varios hallazgos, entre ellos, un edema pulmonar severo.
En el mismo informe pericial, emitido por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Seccional Cesar, en Valledupar, tanto el diagnóstico médico legal de causa de muerte, como el de manera de muerte, se encuentran “en estudio”.
¿QUÉ PASÓ EL PASADO 3 DE MAYO?
Los hechos materia de investigación se remiten al 3 de mayo de este año en un domicilio ubicado en la calle 14 No 18-55 del barrio 16 de Julio de Bosconia (Cesar).
El testimonio del compañero sentimental de Miriam señala que, a las 6 a. m., la mujer se levantó como “de costumbre” a bañarse y empezó a toser.
Este hombre asegura que al percatarse de la situación se dirigió al baño. “La encuentra arrodillada, botando espuma por la boca, tosiendo y además con una herida en región frontal”, indica el reporte policial.
Miriam fue posteriormente trasladada al centro asistencial local, clínica Sinais Vitais, en donde ingresó en malas condiciones generales con “herida en la región frontal izquierda, en parada cardiaca, con respiración jadeante, pulsos centrales y periféricos débiles”.
A pesar de las maniobras de reanimación básica y el esfuerzo de los galenos, falleció a las 8 de la mañana.
LAS SOSPECHAS DE LA FAMILIA
Una llamada del compañero de Miriam, Luis Alejandro Vahenestrales, donde informaba de su muerte, cayó como un baldado de agua fría a la familia Almanza Castrillo.
Reseña su hermana, Liliana Almanza, que Vahenestrales desapareció como por arte de magia tras el sepelio de Miriam, llevando consigo los celulares personal y laboral de la fallecida.
“Cuando le dijimos que necesitábamos entrar a la vivienda, él nos dijo que las llaves se habían quedado adentro de la casa, que no podía abrirnos”, comentó Liliana.
Pero con ayuda de la Policía, pudieron ingresar y la primera escena de muerte les llamó la atención.
Unas marcas de sangre en el piso del baño, lejos de la ducha, donde supuestamente el hombre encontró a la mujer, levantaron sospechas en ella y allegados.
Los comentarios de los vecinos del barrio 16 de Julio de Bosconia tampoco dejaron tranquila a Liliana.
Más allá de que era una relación con gran diferencia de edad: él tiene 31 años y ella 51, un testigo dijo a la familia que “había escuchado gritos de una mujer, antes de los gritos de un hombre pidiendo ayuda”.
‘UNA MUJER QUERIDA POR TODOS’
A Miriam, la describen quienes la conocieron como una mujer servicial que ayudaba a quien lo necesitara.
A sus 51 años, esta auxiliar contable completó 25 años de laborar como secretaria del Instituto Municipal de Recreación y Deportes de Bosconia.
Hoy, 106 días después de la intempestiva partida de Miriam sus familiares exigen a la Fiscalía y Policía Judicial, celeridad en la investigación.
“Necesitamos que la justicia nos escuche, que investiguen bien este hecho, porque con todo lo que hoy sabemos podemos decir que nuestra hermana no murió de forma natural´, a mi hermana la mataron”, puntualizó Liliana.